Las mandarinas deben ser uno de los mejores manjares de la naturaleza. Esta deliciosa y refrescante fruta cítrica no sólo es muy sabrosa, sino que además está llena de saludables nutrientes como fibra, potasio y, como todos saben, vitamina C. Considerando que son más pequeñas y más sencillas de pelar que las naranjas de ombligo, ¡no es de sorprender que mucha gente coma mandarinas todos los días!
Mucha gente también parece olvidar lo versátiles que son. Mientras que son deliciosas por sí mismas, las mandarinas también pueden ser usadas en todo tipo de platos, como en la ensalada de pollo, budín de vainilla, salsa (¡riquísima con tacos de pescado!), y pastel de crema.
Pero en lugar de comprar mandarinas en el supermercado todo el tiempo, ¿por qué no cultivarlas en casa? Una provisión permanente de mandarinas libres de pesticidas… ¿quién no querría eso? Mientras que cultivarlas en casa puede parecer obvio, es algo que pocos de nosotros considerarían realmente hacer, probablemente porque creemos que es demasiado difícil. Bueno, resulta que no lo es. He aquí cómo…
¡Cultiva tus propias mandarinas!
- Usa una maceta mediana con hoyos de drenaje en el fondo
- Añade una capa de piedras pequeñas en el fondo de la maceta y luego añade tierra orgánica
- Siembra las semillas de mandarina, cúbrelas luego bien, pero no presiones la tierra demasiado
- Coloca la maceta en un área soleada
- Ocasionalmente añade fertilizante rico en zinc, magnesio y hierro
- Riega las mandarinas cada vez que la tierra esté seca hasta una profundidad de una pulgada y corta cualquier rama marchita o rota
- ¡Disfruta tus mandarinas, sé cuidadoso al cosecharlas!
¡Eso es todo! Con un poco de amor, cuidado y ternura, tendrás una provisión permanente de mandarinas caseras libres de pesticidas. ¡Sólo desearía haberlo hecho antes!