Cuando se trata de cocinar, el ajo es uno de mis ingredientes favoritos. ¡Y es un ingrediente tan versátil que puede ser usado en casi cualquier plato salado! Asado con algunas proteínas, se mezcla bien con algunos vegetales, licuado en una salsa para pastas… La lista sigue y sigue. Personalmente, me gusta tanto el sabor y el aroma del ajo que cuando una receta incluye 2 dientes de ajo, de alguna manera me convenzo de que deben ser cinco o seis. ¡Y lo mejor es que no me siento en absoluto culpable, ya que el ajo es tan sano!
El ajo puede usarse para bajar el nivel de colesterol y la presión sanguínea, prevenir el cáncer, infartos, enfermedades coronarias y arterosclerosis. Este superalimento también puede ser usado para tratar el resfrío común, la gripe, picaduras de insectos, infecciones fúngicas y la diarrea. El ajo es genial para fortalecer el sistema inmunológico y eliminar toxinas, por lo que mucha gente lo consume luego de la quimioterapia.
Pero aunque me encanta cocinar con ajo, el ajo crudo es aparentemente el que ofrece los mejores resultados. Esto es porque calentar el ajo se ve que reduce sus propiedades anti-cáncer y desactiva una enzima clave llamada alinasa. Lo que debes hacer para maximizar los beneficios del ajo para la salud es aplastarlo crudo, liberando las enzimas que se descompondrán en componentes organosulfurados buenos, y luego comerlo con el estómago vacío. Pero el ajo crudo es increíblemente picante, así que prueba esto…
Toma 2 ó 3 dientes de ajo, los picas y los aplastas y luego los mezclas con una cucharada sopera de miel (¡también muy sana y con propiedades anti-bacterianas!). Si puedes consumirlo de esta manera regularmente, ¡puede hacer mucho para estimular tu sistema inmunológico!
¡Mira el video de abajo para aprender más sobre consumir miel y ajo para mantenerte sano!