¡Es un ave! ¡Es un avión! ¡No, es una SERPIENTE?!? Admítelo, has tenido algunas barbacoas familiares bastante desastrosas. Hay mucha preparación en la planificación y ejecución de una perfecta parrillada al aire libre, y es una lástima cuando no sale como lo planeaste. Primero, haces una lista y decides los sabrosos alimentos y bebidas que planeas servir. Hamburguesas, perritos calientes, quizás carne o pollo. Ensalada de patatas, ensalada de macarrones, papas fritas, salsas y más. Las bebidas para adultos y para los chicos. Quizás planeas una reunión familiar íntima, o quizás una fiesta para todo tu vecindario. Puede ser en tu propio jardín o en un hermoso parque a orillas del lago. Como sea, va a ser la mejor barbacoa que hayas planeado jamás. Has comprobado el clima, el tío fulano, que siempre bebe demasiado, no vendrá y todas tus personas favoritas han dicho que vendrán. Llega el día y todo está preparado.
Pero por alguna razón las cosas no salen de la manera en que se suponía que lo hicieran. La vida no funciona así. Se llama la Ley de Murphy por una razón. Lo que pueda salir mal, saldrá mal. Estás seguro de haber pensado en todo, pero en el fondo de tu mente tienes el presentimiento de que algo está por torcerse. Es un día soleado y hermoso, y no hace demasiado calor. Los alimentos se han cocinado perfectamente. Las bebidas están frías. Los niños están jugando juntos alegremente. Todos la están pasando genial, disfrutando de una maravillosa conversación. Están impresionados con tus capacidades como anfitrión. Comienzas a relajarte y disfrutar el día cuando notas una sombra en el cielo. Comienzas a entrar en pánico hasta que te das cuenta de que sólo es un ave. Todos ven al impresionante halcón y lo observan planear en el cielo. Se precipita y luego remonta las corrientes ascendentes. Comienza a acercarse y todos están emocionados por verlo más de cerca. Ya es muy tarde cuando notas la serpiente en el pico del ave. El halcón alborota tu fiesta perfecta y deja caer la serpiente justo en medio de todo. La Ley de Murphy. Puede pasar. He aquí la prueba: