En unas vacaciones de hace unos años, probé hacer snorkel y disfruté mucho la experiencia. Pude nadar en la superficie del agua y ver todo lo que sucedía debajo de mí. Vi algunos peces y plantas, y fue divertido y relajante. Sin embargo, jamás he tenido el deseo de bucear y estar completamente sumergida, dependiendo de una máquina para respirar.
En verdad, el solo pensarlo me aterroriza. Como probablemente es algo que jamás haré, lamentaré perderme asombrosas experiencias, como este encuentro con una ballena.
Un buzo puede bucear toda su vida sin pasar por una experiencia única en la vida como el encuentro con una ballena de James Moskito. Él y varios buzos más estuvieron muy cerca de una ballena jorobada que necesitaba su ayuda.
“La ballena salió a respirar, salió, sacó su ojo sobre la superficie… me miró, puedo decir que estaba mirándome, y simplemente se quedó allí”, dijo James. James nadó hacia la ballena puso su mano junto al ojo de la ballena y le dijo: “Estoy aquí para ayudarte, no te lastimaré”.
La ballena se quedó en la superficie durante mucho tiempo, y James y los demás se dieron cuenta de que algo andaba mal. La enorme criatura estaba enredada en miles de pies de soga, que tenían unidas pesadas trampas para cangrejos. La soga y las trampas limitaban la capacidad natatoria de la ballena, y también sus movimientos y su respiración.
Si la ballena se quedaba así atrapada durante mucho tiempo, seguramente no podría sobrevivir. James y los demás buzos pasaron horas desenredando y cortando líneas, incluso dentro de la boca de la ballena, y las que envolvían su cola. Su duro trabajo fue un éxito, y la ballena quedo completamente libre.
Mira este impresionante video de rescate, y mira cómo les agradeció la ballena. ¡Da un “me gusta” y comparte esta publicación con familiares y amigos!