Un ejemplo perfectamente claro de esto concerniente al reino animal es la manera en que las ballenas jorobadas consumen su alimento. Siendo niña, aprendí que las ballenas, cuando tienen hambre, nadan con sus bocas abiertas y cualquier desafortunada criatura en el camino de su gran boca abierta se convierte en su cena. Suena como una fácil (y de alguna manera perezosa) forma de satisfacer el hambre, pero al mismo tiempo, ¡bastante inteligente! Pero luego de ver estas filmaciones recientes de ballenas jorobadas trabajando duro para reunir salmones en su boca usando sus aletas, estoy impresionada.
La filmación, que aparentemente nunca fue filmada antes, se realizó en la costa noroeste del Pacífico gracias a la tecnología de los drones.
Al ver el video, vemos a las ballenas nadando rápidamente en grandes círculos, moviendo sus aletas y abriendo sus bocas para recibir un sabroso bocadillo (los salmones, por supuesto), con sus aletas ayudando a guiarlos hacia su boca. ¡Todo el proceso es simplemente tan fascinante que las palabras no pueden hacerle justicia!
Al principio estaba algo confundida por su comportamiento errático al nadar durante el frenesí de la caza. Los expertos dirían que la razón para nadar de manera tan agresiva es para acorralar a los peces en el lugar, y al hacerlo tan rápidamente las salpicaduras de agua junto con las burbujas lanzadas desde sus espiráculos impiden temporalmente la visión de los peces los suficiente como para dar una ventaja a las ballenas. De esa manera es menos probable que los salmones logren huir de sus hambrientas depredadoras.
Es interesante que los expertos no estén seguros de si otras ballenas jorobadas muestran este mismo comportamiento o si lo que se ve en la filmación es un hecho único entre las ballenas. Es probable que sea algo de las ballenas jorobadas, de lo cual apenas nos hemos enterado ahora. Es eso o que las ballenas del video estaban súper contentas de encontrar este pequeño excedente de salmones jóvenes recientemente liberados por el Criadero Hidden Falls de la isla Baranof, en Alaska, cuyo objetivo es salvar la población de salmones. ¡Mala suerte para el criadero, pero suerte para las ballenas!
De cualquier manera, Madison Kosma y compañeros de su equipo de investigadores, quienes realmente observaron este frenesí docenas de veces en vivo, estaban muy contentos de haber captado este excepcional suceso en video.
“Gracias a la situación única del criadero, y gracias a nuevas tecnologías como los drones, realmente pudimos documentarlo”, dijo Kosma.
¡Mira tú mismo la filmación aquí abajo!