Si alguna vez pasaste un tiempo rodeado de caballos, probablemente no necesito decirte que son unos animales increíblemente inteligentes y cariñosos. No es para sorprenderse que humanos y caballos hayan tenido una relación tan larga e importante que se remonta hacia atrás miles de años. Los caballos no sólo son capaces de aprender con entrenamiento, tienen una impresionante capacidad de resolver cosas por sí mismos. ¡He visto caballos destrabando y abriendo puertas de establos, así que hay que tener cuidad con subestimar su ingenio!
Pero como las personas, los caballos a veces cometen errores de juicio que producen accidentes. Esto es particularmente cierto para los más jóvenes, que no saben mucho, y cuya curiosidad tiene tendencia a sacar lo mejor de ellos.
A lo largo del río Salado en el Bosque Nacional de Tonto, en Arizona, un semental salvaje llamado Champ disfrutaba el día pastando con su familia. No pasó mucho tiempo antes de que otra manada de caballos llegase a la ribera opuesta del río. Champ y su familia notaron los otros caballos jugando tuvieron curiosidad, así que algunos de ellos comenzaron a caminar cruzando el río. Aunque los caballos más grandes son capaces de moverse por el agua con facilidad, una joven potranca se ve superada por la fuerte correntada. Aterrorizada, lucha para mantenerse sobre el agua, pero se hunde.
Champ ve lo que sucede e inmediatamente entra en acción. Agarra a la potranca por el cuello y la trae de vuelta a la seguridad. ¡Fiuuu!
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