Es hora de confesiones. Esta puede ser una opinión increíblemente impopular, pero no me gusta la playa. Para nada. Disfruto las vacaciones en la playa como un todo. Cuando niña, pasaba veranos con mis abuelos en su diminuta casa en la costa. Tengo muchos recuerdos entrañables de días pasados en un bote, capturando cangrejos y peces para la cena desde el muelle, nadando en la piscina, haciendo nuevos ‘amigos de verano’, y caminando por la rambla en las tardes.
Amaba casi todos los momentos de esos veranos, y son algunos de mis recuerdos favoritos. Pero una vez a la semana esta perfecta imagen veraniega se estropeaba un poco, al menos para mí. Un día a la semana mi abuela llenaba la heladera con sándwiches y agua, tomaba la sombrilla y toallas y caminaba hacia el mar para pasar el día en la playa.
A mi hermano y mis primos les encantaba. Pero siempre pensé que estaba lleno de gente, hacía calor y todo lleno de arena. Allá en la casa teníamos sombra y una gran piscina. Nunca comprendí por qué teníamos que ir al mar. Me sentaba bajo la sombrilla con un libro, o tomaba una siesta mientras los demás jugaban.
El cachorro de este video tiene una visión similar de la playa. Al inicio parece estar disfrutándolo. Hay olas para esquivar, bichos que perseguir y, por supuesto, se puede cavar todo lo que se quiera en la arena. Pero el mar puede ser cruel. Este adorable Golden retriever trabaja muy duro para cavar el hoyo perfecto, pero en segundos el mar llega y lo vuelve a rellenar. Debo admitir que incluso aunque lo lamento por el pequeño, me encanta su adorable y firme reacción. Regaña al mar, incluso aunque a él no le importe en absoluto. ¡Es tan adorable que nunca tengo suficiente!
¡Mira su adorable reacción y por favor, da un “me gusta” y comparte el video!