Cada animal tiene su propia personalidad. Sin embargo, no es raro que los perros en particular se pongan ansiosos o nerviosos cuando esperan que sus dueños regresen a casa. Algunos perros se pasean de un lado al otro y miran constantemente por la ventana. Otros puede que mastiquen almohadones mientras esperan ansiosamente. Luego están los perros que se recuestan tristes en el suelo, sin moverse un centímetro hasta que su mamá o papá regresa.
Joule la perra indudablemente es del tipo nervioso cuando su familia no está. Siempre ha sido una perra nerviosa, pero cuando la dejan sola en casa, su ansiedad solo crece.
“Joule tenía muchísimos nervios cuando recién la adoptamos”, dice su dueña, Brenna Eckert. “Trabajamos codo a codo con un educador de perros para que nos ayudase a superar algunos de sus problemas”.
Si bien ahora es menos nerviosa, tener a sus humanos favoritos en las cercanías sigue ayudándola a tener el consuelo que necesita para sentirse tranquila y segura.
“Ciertamente ella es una perra pegote. Cuando estamos en casa siempre necesita estar cerca de nosotros”, sigue Brenna.
Poco después, Brenna decidió añadir otro amigo peludo a la familia: Kelvin, el gato anaranjado. Kelvin y Joule terminaron haciéndose grandes amigos.
“El refugio de animales les había dado a cada uno de ellos un nombre temporal antes de que los adoptásemos. El nombre de Kelvin en el refugio era Medias, y el nombre de Joule en el refugio era Sandalias. ¡Qué ironía que Medias y Sandalias terminaran siendo una gran pareja!”
Pero Brenna no tenía idea de lo cercanas que eran sus dos mascotas ¡hasta que instaló cámaras dentro de su hogar y grabó algunos momentos adorables de Kelvin y Joule juntos!
“Advertimos que Kelvin y Joule estaban echados en el sofá juntos casi todos los días. Moví la cámara para lograr una visión más cercana del sofá y quedé asombrada al ver que no solamente estaban compartiendo el sofá, sino que estaban acurrucados uno contra el otro”.
Resultó que la perra y el gato se acurrucaban durante casi todas las 8 horas cada día laboral cuando Brenna se había ido a trabajar.
Pero lo más gracioso de todo es que cuando Brenna está presente, Joule y Kelvin nunca han sido vistos acurrucados como en las filmaciones.
Según Brenna, “Solamente se acurrucan juntos de esa manera cuando nosotros no estamos cerca. Si estamos en casa, Joule quiere estar con nosotros, así que básicamente ignora al gato”.
A fin de cuentas, sus sesiones de acurrucamiento funcionaron. Los mimos de Kelvin calman los nervios de Joule. Mientras tanto, Kelvin disfruta de la calidez de Joule mientras duerme, y con su “personalidad suave y dulce”, acurrucarse constantemente con una perra nerviosa no es problema para el felino.
¡Son la pareja Yin y Yang perfecta! Conoce a Kelvin y Joule abajo.