¿Sabes cómo es cuando ha sido un largo día y todo lo que quieres hacer es ir a casa, tomar una taza de té o un buen baño, quizás leer tu libro favorito o ver un programa de TV interesante? Eso es exactamente lo que los jueces del popular programa de talentos inglés, The X Factor, sintieron luego de ver montones de audiciones para la competencia a fines de agosto en el 2015. No tenían idea de que el último participante honraría el escenario y los emocionaría hasta las lágrimas con la dedicatoria de la canción “Jealous” (“Celos”) de Labytinth.
Josh Daniels, de 21 años, esperó todo el día para su audición y cuando finalmente llegó su turno explicó que cantaría una canción dedicada a su difunto mejor amigo, quien había muerto trágicamente dos años antes. Admitió que la letra significó algo diferente para él, y que la hermosa canción siempre le recordaría a su mejor amigo.
Cuando comenzó a cantar, los jueces (y el público) se quedaron atónitos. Su voz es suave y tierna, y realmente podía sentirse su gran emoción. Cuando terminó le dieron una muy merecida ovación, la que disfrutó con elegancia y una sonrisa en su rostro. ¿La cereza de la torta? Hasta Simon dejó caer una o dos lágrimas durante su actuación.
Los jueces hacen sus comentarios con pausas intermitentes de puro asombro ante la actuación que acaban de observar. ¡No es necesario decir que el joven Josh pasó a la siguiente ronda con un éxito rotundo!
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