Los pastores alemanes suelen ser catalogados como temibles y duros. No es de sorprender, considerando lo grandes y pesados que pueden llegar a ser. Lamentablemente es la raza de perros número uno en rescate. Hay muchos pastores alemanes callejeros, abandonados y no queridos, porque tienen mala fama. Se cree que son peligrosos y feroces, impredecibles y listos para volverse locos sin aviso previo.
Aunque los pastores alemanes pueden ser entrenados como perros guardianes y son los favoritos de la policía como sus perros de búsqueda, lleva años entrenarlos para llevarlos a ese nivel. Si bien no son apacibles ni especialmente pacíficos, los pastores alemanes son animales dóciles y adoran la compañía humana y son muy sociables. ¡Es por eso que son muy fáciles de entrenar! Lo hacen muy bien cuando tienen que trabajar, y aún mejor cuando reciben mucho amor y cariño, como Kyza, de 9 meses de edad.
Kyza es un cachorro de pastor alemán. Su dueño, Michael, confiesa que Kyza siempre es etiquetado como un perro amenazador del que mantenerse alejado. Es un perro grande con mucha energía, que adora correr por el jardín de Michael en un suburbio neozelandés.
Un día, Michael instaló una cámara afuera, y luego de una larga carrera por el jardín, captó a Kyza haciendo una pausa cuando un amigable desconocido apareció para decir hola. ¡Lo que sucede a continuación desafía todos los rumores sobre este “terrible” perro!
Dentro del cercado, se ve a Kyza echado tomando el sol, hasta que Steve el cartero aparece en su bicicleta. En el momento en que aparece, ¡el ansioso perro se levanta para recibirlo con todo afecto y emoción! Esté en su recorrido o no, Steve siempre se detiene a decir hola a su peludo amigo. Se baja de su bicicleta y pasa unos momentos con el perro, dando a Kyza unas buenas caricias. ¡Fíjate cómo mueve su cola el perro, su lenguaje corporal es calmo y agradecido por saludar a un buen amigo! ¡Steve incluso recibe unos buenos y húmedos besos!
Y cuando crees que Kyza ya recibió suficiente amor y se baja de la cerca, vuelve a levantarse y pide una segunda ronda antes de que Steve se vaya. Este es un momento realmente adorable que muestra lo cariñosos que los pastores alemanes pueden llegar a ser.
¡Haz clic abajo para ver este espontáneo saludo entre el cartero y la bestia más aterradora del vecindario!