Dicen que el cliente tiene siempre la razón. Este dicho no necesariamente significa que todo lo que el cliente diga o haga es correcto, sino que lo que significa es que el cliente debe ser tratado con respeto y que sus peticiones deben ser atendidas, aun en el caso de que en realidad estén equivocadas.
Pero por supuesto, llega un punto en el que un cliente cruza una línea, y debe ser rechazado. Algo similar sucedió un día cuando un cliente enojado gritó a la dueña de un restaurante diciéndole que debería colgar un cartel en la ventana “advirtiendo” a otros clientes de que el restaurante tiene empleados con necesidades especiales.
Todo el fiasco comienza cuando el cliente pidió a un empleado que rellenara su cuenco de ensalada. Sin embargo, el empleado no comprendió lo que se le pedía. Más aún, no estaba entrenado para una situación como la que enfrentaba, pero el hombre no fue comprensivo. El cliente perdió rápidamente la paciencia y se enojó mucho.
“Mi gerente le explicó la situación en privado: ‘Ese no es su trabajo. Lo hemos entrenado para hacer esto, y hay circunstancias especiales’, y el cliente seguía sin conformarse”, dijo la dueña del restaurante, Amanda Cartagine.
¡Pero Amanda realmente cumplió con el pedido del cliente de colocar un cartel en el exterior de su restaurante! Sin embargo, en lugar de colocar una “advertencia”, defendió a sus empleados colocando un cartel que rezaba: “Estamos orgullosos de ser empleadores de igualdad de oportunidades, ¡y contratamos a todos los hijos de Dios!”.
Aunque nos han dicho que no hay que combatir el fuego con fuego, lo que la dueña del restaurante probó es que es importante defender las cosas (y las personas) en las que crees, y que hay una manera correcta y una equivocada de hacerlo. En el caso de la dueña de Pizza Inn, hizo lo correcto al defender a su inocente empleado, quien enfrentó la discriminación de un cliente resentido.
“Estos son como mis hijos, y me hizo enojar. Quería hacer algo que no fuera grosero, pero que estableciera mi idea”, dijo Amanda a WYFF News. “Algunos de nosotros tenemos diferente color de cabello. Algunos tenemos tatuajes. Algunos de nosotros tenemos, ¿sabes? Diferentes formas de caminar, diferentes personalidades; pero como un todo, somos una familia”.
De hecho, hay una razón por la que Amanda tiene un corazón especial para contratar personas de todas clases. Según ella, su hijo con síndrome de Down la inspiró a contratar personas sin fijarse en su aspecto o su capacidad, sino en su carácter y su disposición para trabajar.
En realidad, todo lugar de trabajo debería estar abierto a contratar personas de diferentes tipos y condiciones. El mundo sería un mejor lugar si juzgásemos menos y viéramos el potencial de todos. Demasiado a menudo llevamos lentes negativos y sólo vemos las fallas de las personas, ignorando lo positivo. Pero si fuésemos más comprensivos, empáticos y de mente más abierta, podríamos ser todos un poco más como Amanda y su corazón de oro.
Descubre más sobre cómo la dueña de Pizza Inn, Amanda Cartagine, manejó la difícil situación viendo el video de abajo.
¡Si la buena acción de Amanda para honrar a sus empleados conmovió tu corazón, por favor, comparte el video en las redes sociales!