Los elefantes son amables gigantes con enormes corazones. Son inteligentes y forjan profundas relaciones que duran toda la vida con sus parejas, y también con humanos. Son confiados y responden muy bien a un entrenamiento adecuado cuando se realiza de una manera cariñosa y no agresiva.
Me encanta ver el vínculo amoroso entre un animal salvaje y un humano. Y cuando el amor es devuelto por ambas partes, es aún más satisfactorio y hermoso de ver. Especialmente porque es la prueba de que incluso aunque humanos y animales no hablan el mismo idioma, es el amor el idioma universal, que trasciende toda otra forma de comunicación.
En este video, Faamai, una elefanta del Parque Natural de Elefantes en Chiang Mai, Tailandia, es azotada con un trozo de tela por su cuidador, Sangduen “Lek” Chailert, fundador de la Fundación Salven a los Elefantes en Tailandia. Esto es para refrescarla y mantener alejadas a las moscas.
El vínculo de Lek con Faamai es obvio en la forma en que la elefanta la deja estar a su lado. Está tan cerca que Faamai extiende su trompa para abrazar a Leek. Es absolutamente conmovedor la forma en que su trompa la alcanza y se curva alrededor de Lek, quien le canta una canción de cuna.
La mujer sigue azotando y cantando mientras Faamai se pone somnolienta y lentamente se va recostando. Una de sus grandes orejas se sacude de manera similar al meneo feliz de la cola de un perro. Lek también se recuesta y se une a ella en un abrazo, mientras sigue cantando y abrazándola, y entonces “alguien más” se une a ellas.
Haz clic abajo para ver todo el desarrollo de esta escena. Realmente es conmovedor ver ocurrir una escena tan amorosa.