Desde que se inició el brote, muchos negocios e instalaciones comunitarias han tenido que cambiar su forma de funcionar. Algunos han tenido que cerrar temporalmente. Otros comenzaron a funcionar de manera parcial o totalmente remota. Algunos incluso funcionan como de costumbre, pero con precauciones adicionales como permitir entrar al edificio solo a cierta cantidad de gente al mismo tiempo, alentar a los clientes a hacer reservaciones o compras en línea, y hacer que su personal use máscaras y/o guantes.
Es probable que el hospital local haya hecho las cosas de manera diferente, también. Como muchos hospitales, el Centro de Cáncer MD Anderson, de la Universidad de Texas, en Sugarland, ha prohibido temporalmente a los visitantes. Sin embargo, esa regla no impidió que Albert Conner le mostrase a su esposa —que estaba recibiendo quimioterapia por un cáncer de mama diagnosticado en enero–, su apoyo de otra forma.
El 30 de marzo de 2020, este padre de tres colocó una silla fuera de la habitación de su esposa en el hospital con un cartel que decía: “No puedo estar contigo, pero estoy aquí. ¡Te amo! ¡¡¡Gracias a todo el personal!!!”.
Kelly, la esposa, estaba sorprendida y llorando cuando miró por la ventana del hospital y vio este conmovedor gesto.
“En cuanto me envió su mensaje, me levanté un poco de la silla para mirar por la ventana y allí estaba él”, dijo ella. “Inmediatamente brotaron lágrimas de mis ojos, y lo amé en ese momento, pues había hecho eso por mí”.
Incluso la enfermera en su habitación estaba conmovida por el cariño de Albert.
“Creo que me quedé sin aliento y la enfermera se dio vuelta y dijo: ‘¿Qué sucede?’, y entonces vio que yo miraba por la ventana , y cuando miró comenzó a lagrimear ella también”.
La enfermera de Kelly no fue el único miembro del personal del hospital que fue inspirado por el cartel.
“Algunos de ellos dijeron que yo era la razón por la que vienen a trabajar. Recibir ese tipo de atención me hizo sentir incómodo, pero también me hizo sentir bien y estaba muy conmovido”, dijo Albert.
Si bien Albert hubiera deseado poder estar en persona con su esposa durante su batalla contra el cáncer de mama, sabe lo crucial que es mantener distancia social durante estos tiempos.
“Si reflexionas sobre todo esto y piensas en las enfermeras y los médicos y en otros pacientes, es perfectamente lógico. En verdad no puedes discutirlo. Simplemente debes apoyarlos de la forma que puedas”.
Sin embargo, seguía ansioso por encontrar otras formas de asegurarse que Kelly sepa que siempre estará allí para ella, aún si no puede estar físicamente allí.
“No me parecía bien no ser parte de ello, porque le había prometido que estaría con ella a cada paso del camino, y sentía que estaba faltando a mi palabra”, dijo.
Siguió estando allí para ella de diferentes maneras hasta que ella terminara su última quimio en mayo. Para ganar su batalla, ella necesitaría el apoyo de su esposo más que nunca.
Todos saben que no hay nada mejor que estar allí físicamente para otra persona, pero con los últimos acontecimientos mundiales es conmovedor que la gente encuentre formas alternativas de estar presente con sus seres queridos.
Mira las fotografías del cartel de Albert y la reacción de su esposa abajo.