Brandalyn Mae Porter trabaja en un asilo de ancianos en Texas. Tomó una sencilla foto que está cambiando las perspectivas de lo que todos consideramos “belleza”.
Cada día estamos rodeados de imágenes de eso llamado ‘belleza’. Vemos mujeres perfectas, aerografiadas en cada pulgada de sus vidas, decorando las tapas de brillantes revistas. Desde una edad muy temprana a los niños —especialmente las pequeñas niñas—, se les muestran imágenes de lo que la sociedad considera debe ser belleza. Sin importar lo imposible que sea, intentaremos toda nuestra vida vivir para llegar a esos estándares. Y fracasaremos. Fracasaremos porque esos llamados estándares no son reales verdaderamente.
Son cosas falsas creadas por iluminación, maquillaje, cámaras y computadoras. Pero a causa de cómo vemos la perfección, seguiremos intentando y tratando de lograrlo, y tristemente ocultaremos las cosas que consideramos que son defectos. A menudo, esos ‘defectos’ son lo que realmente nos hace bellos.
Una cosa que Brandalyn hace en su trabajo como cuidadora es pintar las uñas de las damas. Un día en particular estaba pintando las uñas de una residente nueva. Charlaron un rato y cuando era el momento de elegir un color, la dama dijo que le gustaría sus uñas pintadas transparentes. Brandalyn quedó sorprendida. Le preguntó por qué elegir transparente en lugar de un color diferente, más divertido. La respuesta le rompió el corazón.
Ella de dijo: “Mis manos son horribles, no quiero llamar la atención sobre ellas”. Esto llegó justo al corazón del tema. Siempre intentamos esconder nuestros defectos. Pero Brandalyn tuvo una respuesta fabulosa.
Ella replicó que encontraba que sus manos eran hermosas porque eran un reflejo de las experiencias de su vida. Brandalyn dijo: “Tus manos cuentan la historia de tu vida. Cuentan una historia de amor, de cariño y aventura. Estas manos han tocado y tenido cosas que la mayoría de las personas sólo pueden desear tener un día.”
¡Y entonces pinto sus uñas de rosa! Por favor, comparte esta maravillosa historia y ayuda a recordar a otros que significa verdaderamente la belleza.