Todos conocen el dicho: “Si las miradas mataran, su mirada hubiera fulminado a la persona que estaba mirando”. ¡Por suerte, no lo hacen, y no es tan espantoso! Sin embargo, la mirada puede enviar un mensaje crítico desde el otro extremo de la habitación o la mesa con gran velocidad y con más disimulo e intención que comenzar a los gritos. ¡Además, no se pierden vidas!
En este video vemos exactamente eso. Es una adorable y peluda confrontación en la que el campeón reinante campa por sus respetos frente a su más joven y ladradora contraparte.
En este clip de 50 segundos, el diminuto caniche está subido a la cama ladrando con su pequeña cabeza hacia la esquina inferior izquierda, y ¿por qué razón? No estoy segura. El dueño del apartamento, Devon Meadows, tiene instalada una cámara de seguridad mientras está fuera visitando a su familia, para monitorear cuánto ha estado ladrando Chazz. Parece feliz y emocionado, pero el otro residente de la casa tiene un par de quejas.
Greyscale (“escala de grises”) es el gato de la casa, y alrededor del segundo 15, cuando Chazz no cierra su boca, el gato entra en foco. atraviesa la habitación de un salto y sube a la cama, mirando a Chazz a los ojos. No hay siseo. No hay arañazos. No hay demostración de fuerza, sólo una larga y penetrante mirada que hace que Chazz se calle inmediatamente. Chazz se ve culpable, ¡pero al menos está callado! Y Greyscale salta de la cama. Misión cumplida.
Haz clic en el enlace de abajo y mira este cómico encuentro entre el gato enojado y el perro irritante.