Koko, el gran simio, es cuidado por la Fundación El Gorila, una organización orientada a tender puentes entre animales y humanos, con foco en la empatía, conservación y cariño. El Proyecto Koko es el programa organizado centrado en la educación y comunicación con Koko, como forma de generar conciencia respecto de ella y su especie.
Koko nunca tuvo hijos propios, y como resultado creció triste e introvertida, su instinto maternal alentando su deseo de querer tener bebés y dar a luz a su descendencia. Koko soñaba con la maternidad; sabe cómo sostener los biberones en sus manos, puede hacer la mímica de acunar y es consciente de cómo decir la palabra “bebé”.
Un día, los trabajadores de la organización trajeron a Koko algo que afectaría enormemente su humor y su bienestar general. ¡De dieron una caja de gatitos! Gatitos a los que ella podía tocar, jugar y establecer un vínculo. En el video, Koko tiene uno de los delicados gatitos, la Sta. Gray, en su mano, y dice por señas al trabajador que le ponga a la Sta. Gray sobre la cabeza.
La Sta. Black es otra gatita a la que Koko cayó muy bien, y ambos se llevaban estupendamente bien. Koko terminó adoptando a ambas y aprendió la señal para gato, así puede jugar con sus peludos bebés felinos.
Desde la presentación de los gatitos, Koko ha estado haciendo más señas y se muestra más animada, con una actitud más abierta. Se la ve más feliz, y contenta de difundir amor y ocuparse de bebés. Sean de ella o no, el instinto maternal de esta gorila es muy profundo.
¡Mírala ser la mamá perfecta en el video de abajo!