No es raro que hagamos bromas con nuestros familiares. Cuando mi hermano menor se fue al último año de universidad, mi familia y yo bromeábamos diciendo que le enviaríamos a nuestra ruidosa y muy gritona gata, para que fuera él quien tuviera que soportar sus berrinches diariamente. Por supuesto que no lo hicimos, ni tenemos planes de hacerlo en el futuro, pero todos saben que las familias disfrutan molestándose entre ellos y riendo juntos.
Pero si tienes un familiar como el payaso de Mendl Weinstock, de 21 años, debes acostumbrarte a la idea de que los “chistes” van a llegar a otros niveles.
Hace 5 años, durante un viaje familiar de Ohio a Indiana, Mendl bromeó al azar diciendo que le llevaría una llama al futuro casamiento de su hermana Riva, de 17 años. Riva, quien en aquel momento no estaba comprometida, creyó que no era más que un chiste. Fue entonces que ella bromeó diciendo que la llama estaría invitada a la boda.
Pero parecería que Mendl se lo tomó demasiado en serio, porque cuando su hermana se comprometió en este último octubre, él se fue a una granja para alquilar una llama de nombre Shocky para el día de la boda a cambio de $400.
Mendl no solamente tenía planes de llevar la llama como invitada al gran día de su hermana, sino que también tenía un esmoquin a medida para el peludo animal de la granja. ¡Y sin duda le quedaba bien!
“Desde aquel día (en 2015) le prometí que llevaría una llama. Cumplí mi promesa”, dijo Mendl a USA Today. “Al principio estaba sorprendida, pero muy impresionada de que hubiera cumplido mi promesa de 5 años atrás”.
Quizás Shocky haya terminado siendo un invitado en la boda genial y de muy buena educación, pero Riva tiene planes de hacer una broma a Mendl durante su graduación en la Universidad de Akron este otoño. ¿Plantar un típico cartel de “Patéame” en la espalda de su toga de graduación? ¿Pegar el birrete de graduado a su cabeza con alguna sustancia pegajosa? Tengo gran curiosidad por saber qué tiene en mente Riva. Pero Mendl tiene un pedido: la broma no puede suceder mientras estén llamando su nombre y el suba a recibir su diploma. ¡Me parece justo!
No voy a mentir, me parece que quiero una llama para mi boda. (¿Alguno quiere cumplir mi deseo? ¡Es broma!).
Haz clic en el video de abajo para ver la reacción de Riva al ver por primera vez la llama en la boda. ¡La expresión de enojo de su rostro no tiene precio!