Una mano amiga puede hacer mucho. Sin embargo, en esta época a veces meterse en los asuntos ajenos nos deja la sensación de ser una mala persona en lugar de el héroe. A causa de esto, no es de sorprenderse que cuando vemos a un desconocido en problemas, dudamos en detenernos y preguntarle si necesita nuestra ayuda. En lugar de ello, quizás pasamos de largo esperando que alguien más venga en su ayuda.
Eso sucedió en un incidente que terminó haciéndose viral en Ogden, Utah. Shuree, una madre soltera, estaba varada a un lado de una calle atestada con un neumático desinflado, sin saber bien qué hacer. A pesar de la cantidad de gente pasando, nadie se detuvo a ayudarla. Los transeúntes pueden llamarlo “ocuparse de sus propios asuntos”, pero en su mente, Shuree podría clasificar a esa gente no dispuesta a ayudarla como “desconsiderada”, o incluso “egoísta”.
Finalmente alguien vino en ayuda de la mujer: un indigente llamado Chuck. Inmediatamente el hombre quitó el neumático desinflado y lo reemplazó por uno sano. ¡Qué caballero tan amable!
Por suerte el acto de bondad no pasó desapercibido. Anna, la dueña de un restaurante, observó la escena desde adentro, tomó una foto y la subió a Facebook en una publicación que decía:
“Miré por la ventana para ver qué pasaba. Este es Chuck… es un indigente y se rompe el c… trabajando todos los días en el café. Es ‘una de esas personas’ que son etiquetadas. Tú sabes, esos que uno no desea ver, no quiere pensar en ellos… No vi a nadie más ayudando a esta joven, sólo a Chuck… el indigente… Gracias, Chuck #buscalosbuenos #labondadimporta”.
A pesar de las críticas y juicios que reciben los individuos indigentes, está claro que Chuck no cumple con los criterios “habituales”. Aunque la gente pueda clasificar a los individuos indigentes como “vagos”, “perdedores”, “escoria”, lo que muchos no advierten es que muchos de ellos en realidad tienen un gran corazón, y todos son humanos como nosotros.
Por suerte muchos comentarios comprendieron la intención de Anna al publicar este acto desinteresado de Chuck: romper el estigma sobre los indigentes.
“Cualquiera de nosotros podría ser uno de ellos en ciertas circunstancias fuera de nuestro control’. Me molesta mucho cuando alguien dice ‘esa gente’. Son seres humanos con sentimientos, emociones y sangre roja en sus venas. Lloran lágrimas, sienten dolor y he visto que son muy compasivos y cariñosos”, dice uno de los comentarios.
¡Chuck es un gran hombre! Entérate de más sobre por qué hizo lo que hizo en la entrevista de abajo.