¡Parte de la diversión de ser niño es recoger y jugar con objetos encontrados! El arenero está repleto de cosas lindas para recoger y experimentar, como cavar un gran hoyo profundo y recoger piedras de paso. O jugar en el jardín y descubrir hojas lindas o extraños bichos de brillantes colores; palos largos o cortos y pedazos de corteza también son divertidos. ¡La naturaleza es un lugar verdaderamente increíble para hacer descubrimientos!
A pesar de toda la belleza y maravillas curativas que la naturaleza provee, hay algunas cosas a las que realmente no quieres acercarte. No hablo de grandes serpientes reptantes o hambrientos tiburones de fiero aspecto. El peligro puede estar disfrazado de muchas maneras, y la de abajo es solo un pequeño ejemplo.
Madre de 3, Leslie Howe estaba en un parque local con su familia. Sus dos hijos pequeños estaban jugando en los juegos infantiles y ella estaba sentada a un lado mirándolos con su bebé. Leslie estaba disfrutando el sol cuando con el rabillo del ojo captó una extraña oruga peluda a una pulgada de distancia de ella y su bebé.
Esta criatura se veía muy diferente de las orugas que estaba acostumbrada a ver. Era peluda, con una cola enrulada y un cuerpo ancho. Por suerte, por extraña y adorable que fuera, Leslie se resistió a tocarla e instó a sus hijos a no hacerlo tampoco. Recién cuando fue a casa se enteró de los potenciales peligros de este insecto.
Se llama la Oruga Peluche, por su grueso pelo que recuerda a un peluche. Lo que diferencia a la Oruga Peluche de otros insectos es su alta concentración de veneno. Son nativas de los estados del sudeste, pero habitualmente residen en la parte alta de los árboles, lejos de la gente, y son vistas rara vez. Se sabe que aparecen de vez en cuando en el suelo, y su apariencia inusual es lo que tienta a las personas a tocarlas.
Pero cuidado, su picadura no es muy placentera. El dolor es comparable al de la picadura de una medusa o una avispa. Comienza a palpitar y el dolor puede subir por el brazo. En casos raros, puede producir sudoración y náuseas, ¡y una visita al médico! ¡Esto sirve para demostrar que a veces es mejor ver que tocar!
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