Imagínate estar sentado en tu auto estacionado, y oyes un llamando en la puerta. Miras por la ventana, y te sorprendes, el que esta tocando la puerta ni siquiera es una persona … ¡es un ganso! Te quedarías rascándote la cabeza, ya que los gansos generalmente no se acercan a los humanos. ¿Pero puede ser que este ganso este acostumbrado a ser alimentado por seres humanos? Bueno, eso tendría sentido. Pero en esta ocasión en particular igualmente parece raro ya que este ganso parece estar muy ansioso y no deja de picotear la puerta… ¿tal vez este tratando de pedirte ayuda? Entonces, ¿qué harías?
Esto fue lo que le ocurrió al policía James Givens. Y en más de 26 años de trabajo para el Departamento de Policía de Cincinnati, nunca le había ocurrido algo parecido.
“El ganso se me acercó y comenzó a picotear la puerta de mi coche… le tire algo de comida, pero ella no la comió. Ella continuaba picoteando la puerta y graznando. Luego se alejó, se detuvo y me miró. Luego vino otra vez y picoteo un poco más “. Cuando el ganso se alejó y volvió a mirar Givens, el decidió seguirla.
“La seguí por cerca de 100 yardas de distancia a una zona de césped cerca de un arroyo. Fue entonces cuando vi a uno de sus bebés todo enredado en la cuerda de un globo. Sus pequeños pies estaban pataleando”, explicó Givens. “Ella me llevó directamente a él.”
Givens no estaba muy seguro de lo que hacer en esta situación por lo que llamó la SPCA (una fundacion para ayudar a los animales) pero nadie estaba disponible de inmediato para ayudar. Afortunadamente, la Oficial Cecilia Charron escuchó la llamada y decidió intervenir. Échale un vistazo a este vídeo increíblemente dulce. ¡Eso si que es instinto maternal!