No hay muchas cosas que me derritan el corazón más que un animal que elige cuidar los bebés de otro animal, y ni hablar si los bebés son de otra especie. Puede que sea instintivo para un animal el actuar como figura materna para sus propios bebés, pero ¿para unos que no son de ella? Yo diría que eso es altruismo puro.
Quizás hayas escuchado historias sobre una perra que cuida los cachorros de otra o incluso de una gata cuidando a un cachorro abandonado. ¡Sin embargo, una gata madre cuidando erizos bebé no es algo de lo que uno escuche hablar habitualmente!
Sonya la gata anaranjada es un ejemplo de esto. Hace años, cuando dio a luz a sus propios cachorros, inmediatamente aceptó una cuadrilla de erizos bebé. Si bien los cuatro pinchudos pichones parecerían ser inapropiados para juntarlos con Sonya y sus diminutos bebés peludos, en realidad se llevan todos muy bien.
En una serie de fotos tomadas por la dueña de Sonya (que puede verse en el video al final de este artículo), podemos ver a esta adorable familia erizo-gatuna disfrutando de la mutua compañía en total armonía. Los pequeños erizos pueden verse acurrucados junto a los gatitos de Sonya, y por momentos reptando sobre su mamá adoptiva. ¡Sonya incluso a amamantado a los adorables erizos en muchas ocasiones para asegurarse de que crezcan para ser grandes y fuertes!
Si bien no hay duda alguna de que la situación de Sonya es bastante única, no es la única gata que hay que haya adoptado erizos. Musya, la gata, también ha cuidado alegremente de una camada de erizos (ocho, para ser exactos), cuya madre biológica murió en un accidente. ¡Como Sonya, Musya inmediatamente recibió a los erizos en su pequeña familia! Es como si ambas gatas supieran que las espinosas criaturas necesitaban una fuente de alimentación, calor, una pata amigable y un ojo atento.
El público no solo cree que tanto la familia mixta de Sonya como la de Musya son adorables, sino que creen que estos casos tienen mucho sentido.
“Siendo de la misma especie, nos peleamos entre nosotros por el color de la piel o cuestiones de clase, mientras que esta gata ha adoptado y muestra amor a una especie diferente de la suya. Una lección para aprender”, dijo una persona luego de ver a Musya cuidar de los octillizos.
Ese comentario no podría estar mejor dicho. Si la comunidad animal puede estar tan dispuesta a cuidar de animales de otra especie que son totalmente diferentes de ellos, nosotros deberíamos poder aceptar a otros homo sapiens cuyas características son bastante similares a las nuestras.
Mira a Sonya la gata y sus diminutos erizos abajo.