Nunca sabes cuándo golpeará una tragedia o vendrán tiempos duros a golpear tu puerta. Puedes llevar tu rutina normalmente y de pronto la vida se vuelve patas arriba y ni siquiera sabes cómo reaccionar. A veces estás preparado para lo peor, y hay un plan para poner en marcha (dependiendo de la situación); otras veces las cosas son por mucho demasiado difíciles y no sabes qué avenida tomar para recibir ayuda. Una mamá enfrentaba una situación similar e intentó arreglárselas para su familia de la mejor manera que pudo.
Erin Harrison y sus dos hijas de 9 años vivían en su auto, aparcado en el estacionamiento de la escuela de las mellizas. Nadie sabía esto hasta cierto día, cuando la mamá de las mellizas se dirigió hacia la Sargento Heather Kolke y comenzó a pedirle consejo legal.
Todo lo que Erin quería saber era si era ilegal o no dormir en su auto, estacionado en el estacionamiento de la escuela. Habían sido desalojadas de su casa porque ya no podía pagar la renta, que había subido drásticamente. Si bien la mujer trabajaba horas extra en un McDonalds de la zona, para intentar cubrir las necesidades de sus hijas, conseguir una casa no era posible en ese momento por falta de fondos. Fue en ese momento que la Sargento Kolke supo que tenía que hacer algo para ayudar a esa madre y sus dos hijas.
La sargento Kolke es madre también, así que dijo que sabía que tenía que hacer lo que fuera necesario para conseguirles un hogar a estas damas. Comenzó hablando con sus amigos y colegas para reunir dinero para una habitación de hotel para una noche. Quería que estuviesen todo lo cómodas y cálida que pudieran por una noche mientras concebía un plan más concreto para ayudarlas. Parte del plan de la oficial de policía era también dar a las dos mellizas de 9 años, Hayden y Abbigale, una fiesta de cumpleaños para celebrar. La ocasión era justo unos pocos días después del día en que las encontró viviendo en el estacionamiento.
El hecho de que esta familia estaba en problemas se supo rápidamente, y mucha gente comenzó a conectarse para tender una mano. Comerciantes y residentes de la zona se reunieron para ayudar a conseguirles un hogar a Erin y sus hijas. Se recolectó un total de $2.500 en muy poco tiempo, y aún sigue llegando ayuda de todas partes.
Estamos muy contentos de ver que esta historia tuvo un giro positivo con la ayuda de tantos miembros de la comunidad.
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