Durante la fría, húmeda, nevada temporada invernal, es importante intentar permanecer calentito y confortable. Hacemos esto de todo tipo de maneras, principalmente quedándonos dentro. Me encanta envolverme en una calentita manta en el sofá o en la cama, con una taza de algo caliente para beber, un libro para leer y un perro para acurrucarme junto a él.
Pero desafortunadamente, hasta los días más fríos tengo que salir. A veces es apenas pasar la puerta para un paseo rápido de los perros —incluso ellos no quieren estar mucho tiempo en el frío. Otras veces es todo un día fuera cuando me ocupo de otros animales y hago recados.
Como la mayoría de la gente, no me gusta pasar frío cuando estoy fuera, así que estar preparada y llevar la ropa adecuada es la clave. Un abrigo caliente y guantes son una necesidad, y un sombrero evita que el calor corporal se pierda. Una de las partes esenciales de la vestimenta cálida invernal es un calzado adecuado.
Zapatos o botas de invierno deben ser robustos y tener una suela antideslizante para evitar resbalar en un suelo congelado. Idealmente deberían mantener tus pies calientes y cómodos. Pero hay un sencillo truco para calentar los dedos que no necesita botas o medias caras y ciertamente no esos tontos calentadores de pies y manos.
He gastado montones de dinero en medias calientes a lo largo de los años, sólo para decepcionarme una y otra vez con los pies fríos, así que estoy emocionada por haber encontrado este útil truco que definitivamente no me llevará a la quiebra.
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