Vivo en una zona rural, por lo que los indigentes son menos evidentes. Existen, de una u otra manera, pero no se los ve. Cuando me aventura a ir a la ciudad, me doy cuenta de la suerte que tengo de formas impresionantes. Voy a la cama cada día con un techo sobre mi cabeza. No cualquier techo, sino el de un hogar cómodo, seguro y cálido lleno de gente y animales que amo.
Puedo elegir qué comer de mi refrigerador y mis alacenas, algo que sería un lujo enorme para muchas personas. Cuando necesito ir a algún lado, me subo al auto y conduzco hasta allí. Puede que mi auto sea viejo, gastado y arreglado con cinta y plegarias, pero me brinda una libertad que algunas personas sencillamente no tienen.
Es importante recordar que los menos afortunados también son personas. Son como nosotros. Para muchos, no se necesitaría demasiado para llegar a la misma situación, o peor. Como cualquiera, los indigentes tienen su historia. Tienen pasatiempos y talentos. El hombre de este video es un músico impresionante. Sólo que sucede que es indigente también.
Captó la atención y los corazones de los transeúntes cuando se sentó en un piano público. La gente estaba yendo a ocuparse de sus negocios, y la mayoría se iban de un juego de los Dodgers de Los Ángeles. Aunque la mayoría de la gente se aleja de los indigentes que ve en la calle, el increíble talento de este hombre hace que todos se detengan en su caminar. Es algo que no pueden ignorar, y la atención está bien merecida.
Este momento único es hermoso por sí mismo, pero además sirve como un importante recordatorio para todos nosotros. Los menos afortunados merecen ser vistos. Y si puedes, merecen un poco de ayuda y amabilidad.
Mira su hermosa actuación en el video de abajo. Da un “me gusta” y comparte.