Deja de mosquearme. Eres un moscardón. Zumbón como abejorro. Son solo algunos de los muchos dichos que surgen de interactuar con incordios voladores… como las avispas. Nunca he sido picada por una, pero no es algo que esté muy arriba en mi lista de prioridades, así que prefiero evitarme la molestia a cualquier costo. Por favor, y gracias.
Especialmente porque cuando afuera está agradable, me gusta disfrutar mi café matinal afuera. Me gusta empaparme con los rayos del sol, escuchar a las aves y leer las noticias sin tener que dar manotazos cada 60segunudos para mantener a raya a esos pequeños demonios zumbones con alas. ¡Grrrrr! ¡Desearía que se larguen! ¿¿¿Ves a lo que me refiero???
Bueno, si eres como yo y encuentras ofensiva su presencia, esta solución extremadamente rápida es para ti. Es muy fácil, apuesto a que no podrás evitar reír ante la sencillez de todo esto. Es diferente de otras soluciones porque este es un disuasorio psicológico, más que físico. Esta idea brillante repele estas molestias voladoras jugando con su instinto. Es muy bueno; y barato, fácil y práctico; y necesita cero mantenimiento.
En Facebook, el usuario Lex Shuler publicó esta solución genial, y ha sido compartida casi 410.000 veces… así de buena y genial es su rápida y efectiva solución. Cuando Lex había llegado al límite de su paciencia luego de rociar sus porches delantero y trasero intentando eliminar de su casa las avispas, estaba frustrada con el olor pegajoso y desagradable generado por el repetido uso. Fue entonces que leyó un artículo y se inspiró para intentar un enfoque diferente.
Fue a Walmart y compró unas pequeñas bolsas para el almuerzo marrones de papel y ligaduras. Cuando fue a su casa, rellenó una de las bolsas de papel con algunas bolsas plásticas para que se viera hinchada. Luego tomó las ligaduras y aseguró la bolsa hinchada en una cadena (con más ligaduras) en el porche delantero, y otra en el porche trasero, bien alto o en una esquina. Dijo: “Las avispas se fueron, y no he vuelto a tener una desde que coloqué las bolsas”.
Entonces, ¡¿cuál es el truco?! Según Lex, a las avispas no les gustan los avispones, y como las bolsas toman la apariencia de un nido de avispones, resulta suficientemente repelente como para mantener a las avispas a raya.
Haz clic en el video de abajo para ver otra historia de éxito de un hombre que implementó el mismo método. ¡Parece bastante contento con los resultados, si me lo preguntas! ¡Esta podría ser la respuesta a las plegarias de cualquier que desee deshacerse de estas alimañas de una buena vez!