Como persona vidente supongo que doy por sentados mis cinco sentidos, especialmente la capacidad de ver. Abro los ojos y puedo ver todo a mi alrededor. Puedo ver el verde de los árboles en verano, las flores de brillantes colores en la primavera, impresionantes amaneceres y puestas de sol y el cielo estrellado por la noche. Disfruto de museos y la vista desde la altura luego de una trepada larga y difícil. A un nivel mucho más práctico, la vista es parte de mi supervivencia y mi vida cotidiana. Veo la mesa de café para no tropezar con ella, las escaleras para no caer por ellas, y veo los colores de los semáforos cambiar cuando conduzco un auto. Honestamente, no puedo imaginar cómo cambiaría mi vida si perdiera la vista.
Josie Paille nació con la capacidad de ver, pero a los 16 años una vena ocluida causó que perdiera la vista en uno de sus ojos. Pero ella se adaptó rápidamente y siguió con su vida normal. Lamentablemente, muchos años más tarde el mismo problema se extendió a su ojo bueno. Los médicos le informaron que pronto quedaría completamente ciega. Por supuesto, Josie estaba devastada cuando se enteró de la noticia. En un esfuerzo por animarla, Peter, el hermano de Josie sugirió hacer paracaidismo para que ella pudiera ver el mundo desde el cielo.
Josie era reacia, pero decidió hacerlo de todas maneras y esa decisión pudo cambiar todo. Cuando ella salía del avión, tuvo la sensación de que moriría, pero eso no fue lo que pasó. En lugar de ello, sintió un agudo y fuertísimo dolor en la cabeza. Asombrosamente, cuando despertó por la mañana, ¡podía ver! ¡Mira el video para saber más sobre la milagrosa historia de Josie!