La belleza de tener naturaleza junto a tu puerta es que estás rodeado por ella siempre. En el oeste de Canadá, hay gran cantidad de bosques verdes que llegan hasta el pie de las montañas y son el telón de fondo de la vida cotidiana. Como niña que creció en la ciudad (y que aun ama la ciudad, se perfectamente bien el alivio que representa salir a la naturaleza. Y ni voy a hablar del aire. ¡Ningún aire es tan fresco como el de los bosques!
Pero junto con las cosas más impresionantes de estar en la naturaleza —tranquilidad, belleza prístina, poca gente, cero polución, nada de autos—, también presenta los mayores peligros.
Annette Poitras, de Coquitlam, Columbia Británica, Canadá, es conocida en el pequeño pueblo por sus excelentes habilidades con los perros. La gente conoce a la amable mujer muy bien, y confía enormemente en ella al cederle sus perros. Cierto día, sin embargo, luego de realizar su rutina normal con tres de los perros del vecindario, la comunidad supo que algo no estaba bien. Se había ausentado mucho más tiempo de lo usual y no atendía el teléfono.
La mujer y los perros salieron a dar una caminata por el inmenso bosque, su lugar favorito que ella y los perros disfrutan. Todo era normal, pero luego de dos horas de caminata en el tranquilo bosque, lejos de la civilización, Annette resbaló en un tronco y se lastimó la pierna, dejándola inmóvil y sin poder levantarse. Llovido sobre mojado, en algún momento cuando se cayó, Annette perdió también su teléfono celular.
Annette y los perros, Roxy, Bubba y Chloe no pudieron hacer otra cosa que esperar. Según el esposo de Annette, Marcel Poitras, sin los perros es difícil saber si Annette hubiera sobrevivido los tres días que llevó encontrarla. Los perros pudieron compartir su calor con ella e hicieron algunos trucos instintivos para sobrevivir al clima frío y húmedo. “Básicamente ella actuó instintivamente y observó a los perros e hizo más o menos las mismas cosas”, dijo. “El bosque tupido absorbe mucho agua, así que para quitar eso del camino, bajó a tierra, donde en realidad hay un poco más de calor, y básicamente se acurrucó y esperó la ayuda”.
Fueron tres largos y duros días hasta que fue encontrada. “Estaba tirada en la tierra”, dijo Darren Timmer, líder del equipo de búsqueda y rescate de Coquitlam. “No podía levantarse, pero pudo mover su mano para llamar nuestra atención. Los perros estaban muy emocionados de que estuviéramos allí. Los escuchamos desde la distancia”. Todos sufrieron por el trauma, pero ni los perros ni Annette tenían heridas fatales. Ya están todos recuperados.
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