Ser propietario de una casa es algo con lo que muchos soñamos. Poder ser dueño y vivir en la casa de tus sueños, libre de deudas y preocupaciones es realmente un don. Puede que tú ya la tengas, y eso es una bendición. Quizás no sea así, y si es algo que deseas, entonces esta historia es para ti.
Cuando Alla Wagner se cayó de la silla y se lastimó la espalda sin posibilidad de cura, toda su vida cambió. Tenía mucho menos movilidad, no podía usar las escaleras y desplazarse por su casa. Como resultado, sólo puede acceder a una parte de su enorme casa y propiedad de 1.6 millones.
La espléndida casa de Alla está en una zona rural, al sudoeste de Calgary, Alberta, Canadá. Es una casa de 5.000 pies cuadrados que asienta en lo alto de una hermosa y amplia propiedad con vistas a praderas, montañas y tierras de labranza en la distancia. Es una casa impresionante, con muchos dormitorios y pisos, ¡incluso tiene una bodega de vinos! La cosa es que Alla no puede venderla. Incluso después de reducir el precio, no ha recibido ofertas.
Se sentía deprimida y desalentada, y fue la hija de Alla quien le dio la idea. Fue la película Spitfire Grill la que les trajo la inspiración. En la película, la dueña del restaurante quiere hallar un nuevo dueño, y decide hacer un concurso de ensayo, por $100 como ingreso, para ayudarla a pasar la propiedad.
De manera similar, Alla está haciendo lo mismo. Habiendo trabajado como traductora y bibliotecaria, Alla eligió realizar un concurso de escritura, pues las palabras y el idioma han sido una parte muy importante de su vida. Está invitando a todo el que desee su casa a enviar un trabajo escrito original y con un ingreso de $25, explicando cómo ser propietario de su casa cambiaría su vida. “Si alguien quiere escribir un poema, puede escribir un poema. Si alguien quiere escribir cinco párrafos contándome por qué es importante para él tener este lugar, puede hacerlo”, dice. “Tiene que realmente tocarme el corazón, y no necesariamente porque sea una historia triste, sino por la motivación”.
Alla espera que 60.000 personas participen, de esa manera podrá obtener lo que vale la casa mientras que un ganador con suerte se quedará con la increíble propiedad. Sin embargo, Alla está muy triste por tener que regalar su casa, y también su familia. Chris, hijo de Alla, dijo: “Ella no puede bajar las escaleras, no puede moverse bien, por lo que si tuviera una casa de una sola planta sería mejor”.
Haz clic en el video de abajo para saber más sobre esta increíble historia. ¿Te anotarías?