Algunos de nosotros tenemos mentalidad luchadora. No hablo de boxeo, o de alguien a quien le gusta lanzar golpes. Hablo de esa actitud de no darse por vencido, luchar con todo lo que tienes por lo que resulta vital para ti. Se convierte en un asunto de supervivencia, y haces lo que sea con lo que tienes disponible.
Este chucho es exactamente eso, y un ejemplo fantástico de luchador. Luego de sufrir un horroroso acto de abuso y abandono, este valiente perro reunió toda su fuerza. Literal y figurativamente.
Audra Petraškienė, de Lituania, iba de camino a su casa, como de costumbre, cuando divisó algo extremadamente fuera de lo común con el rabillo del ojo. Cabizbaja y con aspecto hosco, un perro blanco y negro de pie, mojado y temblando a la vera del camino. Algo no estaba bien. Audra detuvo el auto inmediatamente y se bajó para investigar. Al acercarse, parecía como si alguien hubiese fabricado un “ancla” improvisada y la hubiera sujetado al cuello del perro. Audra descubriría luego que ese trozo de metal colgado de su cuello pesaba 6Kg.
“Aparentemente alguien colocó este elemento metálico en su cuello y lo arrojó al río para que se ahogara”, dijo Andra, la hija de Audra, a The Dodo. “El perro estaba asustado y temblando de frío también”.
Cómo se las arregló la perra para nadar hasta la orilla y salvarse está más allá de mi imaginación. “Es un verdadero luchador”, sigue Audra. Inmediatamente se dio cuenta del dolor que este perro ya había soportado, y lo levantó y lo llevó a casa, llorando. La mujer le quitó el ancla, lo limpió y lo llevó a un refugio de animales.
En algún punto, el dueño del perro fue encontrado, pero no hay detalles sobre cómo o por qué el perro fue colocado en esta situación. Hay especulaciones de que este acto criminal fue hecho al perro como venganza por parte de un vecino. Audra es un ángel viviente, que descendió para ayudar a este perro en su momento de necesidad. Es muy triste pensar lo que podría haber sucedido si un desconocido bondadoso no hubiera aparecido a tiempo.
Esta historia debe ser una de mis historias de rescate favoritas. ¿Y para ti? ¿Tienes otros cuentos de rescates que quisieras compartir con nosotros? ¡Nos encantaría leer tus historias en los comentarios de abajo!
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