Puede que no lo veamos con nuestros propios ojos, pero la civilización moderna ha tenido un impacto profundo en el reino animal. Muchos animales se ven forzados a desplazarse cuando destruimos su hábitat para construir nuestros hogares. Solamente la enorme densidad de población humana es suficiente para desplazar a los tímidos animales de sus territorios originales. Pero incluso si los animales silvestres estuvieran tranquilos viviendo cerca de nosotros, tienen dificultades para encontrar fuentes de alimento, refugio y pareja. Por no mencionar que deben enfrentar desafíos diferentes, como asegurarse de no ser atropellados por un auto o quedar expuestos a los pesticidas que muchos de nosotros utilizamos en nuestro césped.
En Venecia, Italia, se ha vuelto muy claro que la vida silvestre está, de hecho, siendo desplazada por nosotros. Los venecianos se auto-confinaron durante el Coronavirus, y comenzaron a notar que había vida silvestre y cambios en el ecosistema general alrededor de la ciudad.
“El agua es azul y clara”, dijo Gloria Beggiato, la dueña del Hotel Metropole, que está en las cercanías de la laguna veneciana. “Está calma como un estanque, porque ya no hay más olas provocadas por las lanchas motorizadas que transportan a los turistas en paseos diurnos. Y, por supuesto, los gigantescos cruceros también han desaparecido”.
Los residentes también notaron un estrambótico cartel colocado en público.
“Alguien puso un cartel que decía: ‘No pisar los huevos de pato’. Completamente inimaginable hace poco tiempo”, sigue.
Un pescador de la zona llamado Franco Folin incluso dice que no le sorprendería ver un exceso de peces nadando en los canales venecianos mientras están en cuarentena.
“Por el momento no voy a pescar, pues todos los restaurantes a los que proveo están cerrados, así que ¿para qué?”, dijo. “Pero cuando todo esto termine, bien podríamos ver a muchos peces regresar, pues por el momento la pesca deportiva está prohibida… habrá una terrible cantidad de vida marina extra en la laguna”.
Folin cree que hay una razón por la que la población de peces está siendo desplazada: a causa del alto tráfico de lanchas motoras taxis y embarcaciones turísticas surcando las aguas de la ciudad.
“Por el amor de Dios, no es sorpresivo que haya peces en los canales de Venecia. Si no los hubiera, deberíamos estar muy preocupados, pues la laguna es un ecosistema frágil. La gente debe darse cuenta de que si controlamos y reducimos el tráfico de lanchas en Venecia y su laguna, entonces todos podremos descubrir una biósfera única”.
Muchos venecianos como Beggiato están emocionados por el retorno de la naturaleza.
“Nosotros los venecianos tenemos la sensación de que la naturaleza está regresando y volviendo a tomar posesión de la ciudad”, dice Beggiato. “Si me lo preguntas hoy —con soleados cielos azules y canales limpios—, entonces sí, a todos nos gustaría que Venecia se quedase así por un buen tiempo. Pero necesitamos, y lo esperamos ansiosamente, el regreso de los turistas, aunque quizás no los 20 millones por año que teníamos que soportar.
Y aunque Venecia depende financieramente mucho del turismo, Beggiato espera que toda esta situación ayudará a que la ciudad encuentre un equilibrio que garantice la seguridad del regreso de la vida silvestre.
“Creo honestamente que debemos aprovechar esta oportunidad que nos ofrece la cuarentena para reflexionar y ver cómo podemos organizarnos mejor en el futuro para encontrar un equilibrio entre la ciudad y el turismo”.
En resumidas cuentas, ¡son grandes noticias! Mira cómo la naturaleza se recupera por sí misma en Venecia viendo el siguiente video.