Es discutible que no haya mayor amistad que entre un humano y su perro. Y aunque los clichés normalmente son un grano en el trasero que nos hace revolear los ojos, esta es absolutamente verdadera: el perro es el mejor amigo del hombre. No importa si tienes un año o 100, los canes grandes y pequeños te acompañarán hasta que la muerte los separe. ¿No es absolutamente fantástico?
Dicho esto, este adorable video te afectará en toda forma posible. No sólo es un recordatorio de que los perros (y los bebés) son pequeñas cosas preciosas, ¡sino que además es divertidísimo!—y ¿a quién no le gusta una risa cada tanto? Si estás teniendo un día particularmente malo, o sencillamente te encanta tener una razón para sonreír tontamente, esta es tu oportunidad.
El video comienza con un pequeño niño absolutamente comprometido en dar a su audiencia de juguetes un gran solo. Junto al mencionado pequeño está su chucho y mejor amigo, quien está descaradamente listo para convertir el tremendo solo en un impresionante dúo. ¿Qué sucede cuando el canino amigo del bebé interviene? Puro brillo, por supuesto.
Ambos, respetándose uno al otro, por turnos muestran sus maravillosas capacidades vocales. Pero pronto la pareja comienza a armonizar y crean un dúo que posiblemente sea la cosa más encantadora que jamás hayas visto (¡y escuchado!). A medida que el dúo se hace más fuerte y a mayor volumen, el pequeño bebé sonríe cada vez más—probando que sencillamente ama la compañía de su hermoso amigo.
Al final, el pequeño de las mejillas regordetas permite a su cachorro que haga un hermoso solo mientras él se sienta a admirarlo. A fin de cuentas, ¿no es de eso de lo que se trata la amistad? ¿No robarse uno al otro la notoriedad, sino también tener la capacidad de trabajar fabulosamente juntos como equipo? Preveo grandes cosas para estos dos magníficos amigos en el futuro. ¡Sólo decía!
¿Ganarían estos dos The X Factor? En realidad, podrían hacerlo perfectamente. Su encanto y su amistad seguramente tendría la capacidad de robar los corazones de todo el mundo, y quedaríamos a su merced.
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