Es la peor pesadilla de cualquier padre. Es un hermoso día y tu hijo está fuera, jugando en el césped. Es un vecindario seguro y no hay razón para preocuparse. Te volteas por un segundo y cuando vuelves a mirar, tu hijo no está.
Esto es exactamente lo que sucedió en Lancaster, PA. Una pequeña niña, Jocelyn Rojas, estaba jugando fuera y cuando su mamá fue a ver cómo estaba, no estaba en ninguna parte, y cuando su madre la llamó, no hubo respuesta. En el césped estaba la pequeña cartera con la que había estado jugando, pero Jocelyn no. Su madre llamó inmediatamente a la policía y ellos respondieron en minutos. Es difícil imaginar lo que pasaba por la mente de esta madre. Su hija había desaparecido.
¿Cómo pudo dejar que eso sucediera? ¿Dónde está Jocelyn? ¿Regresará sana y salva? No pudo haber sentido nada menos que un pánico absoluto, y esos minutos deben haber sido como agónicas horas.
La policía llegó y comenzó la búsqueda. Además de los oficiales y rescatistas, el vecindario entero se dispersó para tratar de localizar a la pequeña niña. La comunidad se reunió y estaba determinada a encontrar a la pequeña Jocelyn y regresarla a salvo con su familia. En el equipo de búsqueda estaba Temar Boggs y un amigo. Se aventuraron en sus bicicletas para ayudar en la búsqueda. Fue entonces que vieron a Jocelyn. Mientras circulaban pasaron un sedán marrón, miraron por la ventanilla y la pequeña niña estaba allí. Los dos muchachos entraron en acción y siguieron al vehículo, rehusándose a dejar que tanto él como Jocelyn se perdieran de vista. El conductor advirtió que estaba siendo seguido, y quizás viendo una oportunidad de escapar, dejó salir a la pequeña del auto. Ella corrió hacia Temar y le pidió ir con su mamá.
Estos muchachos fueron ciertamente héroes ese día. Si no fuera por ellos, la situación pudiera haber sido mucho peor. Los agradecidos abrazos y palabras de la familia de Jocelyn dicen absolutamente todo.