Lanzarte la pelota tú solo es como hablar con un poste. Así como en una conversación necesitas respuesta, cuando lanzas una pelota debe haber alguien en el otro extremo. Si no hay nadie allí, es un juego bastante aburrido que se siente absurdo. Un padre o un grupo de amigos indudablemente hacen de esta lección de vida más divertida. Pero ¿qué pasa cuando no hay nadie cerca para jugar con uno? Se pone bastante solitario.
Este video fue filmado con una cámara de seguridad fuera de una casa en Summerville, Carolina del Sur, EE.UU. Es de un niño jugando football, descalzo, en el jardín delantero. Está jugando solo. Entonces un patrullero se detiene. El niño y el oficial T. Bilancione intercambian algunas palabras para conocerse un poco, y el oficial detiene su auto.
Lo siguiente que vemos es al oficial Bilancione entrar al césped, levantar la pelota ¡y comenzar a jugar con el niño! Los dos parecen estar lanzando la pelota como si lo hubiesen hecho un millón de veces antes. Y todo fue captado por una cámara. Es un gran gesto del oficial el tomarse unos minutos de su ocupado día para pasarlos con un niño, y el gesto amable no pasó desapercibido. Los padres del niño escribieron al departamento de policía de Summerville y otros medios para compartir su deleite.
“Mi hijo estaba lanzando la pelota solo en el jardín”, explica el padre del chico, “y el oficial lo vio y se detuvo para jugar por unos minutos”. El agradecido papá añadió: “Esto alegró el día de mi hijo”. El padre del chico también dijo al oficial Bilancione que “es lo máximo”.
Bueno, las redes sociales han enloquecido con esto, reuniendo miles de vistas y comentarios favorables. Incluso el departamento de policía de Summerville escribió un lindo comentarios sobre el amable policía en su página de Facebook: “Nos gustaría agradecer públicamente a uno de nuestros sobresalientes oficiales, T Bilancione, quien fue filmado por una cámara de seguridad fuera de la casa de un residente lanzando una pelota con un chico”.
Haz clic en el video de abajo para ver este pequeño gesto que conmovió al niño, sus padres y la comunidad.