La primera vez que fui de campamento, me pilló por sorpresa cuando me dijeron que había que envolver la comida y colgarla bien alta en un árbol. “¡¿Por qué rayos?!” fue mi primera reacción. Supongo que olvidé momentáneamente que estábamos bien dentro del bosque, muy lejos de casa y en el hogar de otros… ¡osos, por eso era! Estos grandes, hambrientos y atemorizantes animales les gusta hacer contacto con humanos de vez en cuando. ¡Colgamos nuestra comida extra alto en ese campamento!
Adoro y respeto a los animales (especialmente a los que son más grandes y más fuertes que yo), pero estar cara a cara con un oso es una experiencia de otro nivel. Cómo este fotógrafo se mantuvo sereno me supera. Pero debo decirlo, este parece un oso excepcionalmente agradable.
No hay nada como aventurarse en lo profundo de la naturaleza. Incluso el aire freso sólo vale la pena, pero si añades la reunión de osos pardos más grande de la Reserva de Caza Estatal del Río McNeil en Alaska, ¡y tienes listo un espectáculo de primera producido por la Madre Naturaleza misma! Entre junio y agosto, todos los osos se reúnen para ir a pescar salmones. Es el momento perfecto para unos pocos elegidos para visitar el lugar y echar un vistazo.
O tener una conversación profunda con un humano, que es lo que le sucedió a Drew Hamilton, un trabajador técnico en el Departamento de Caza y Pesca de Alaska en la reserva. Drew estaba en su silla de acampar con una cámara cuando un oso apareció allí para decir hola… ¡y quedarse un rato! Fue como si un viejo conocido se dejara caer, e intentara entablar una conversación, sintiéndose algo incómodo por la cantidad de años pasados, y luego se fuera. Cuando Drew gira la cámara mientras el oso hace su salida, ¡puedes ver docenas de otros osos en el río! ¡Drew es un hombre con mucha suerte por haberle tocado este!
Haz clic abajo para ver esta aterradora, pero realmente adorable interacción. Es muy raro que pueda capturarse algo así en video. ¡El pobre oso sólo quería un amigo para mirar el río!