Encargarse de emergencias puede ser increíblemente aterrador, por decir lo menos. Sin embargo, cuanto más joven y menos experiencia tengas, menos probable es que sepas qué hacer cuando hay que actuar con rapidez en una situación peligrosa. Sin embargo, si bien tenía sólo 8 años en ese momento, J.T. Parker pudo salvar rápidamente a su padre Stephen, quien fue aplastado por un vehículo de 300o a 4000 libras gracias a la ayuda de quienes él cree que eran ángeles.
Antes de que el pequeño salvase la vida de su padre, retrocedamos un poco. Entonces, Stephen, J.T. y el hermano de Stephen, Mason (quien en ese momento tenía 17 años) estaban trabajando debajo de un vehículo subido con un gato en su jardín, arreglando un problema del eje.
Poco después, Mason se cortó y fue dentro para ocuparse de su herida. Quedaron sólo Stephen, quien estaba debajo del auto, y J.T. de 8 años, vagando por allí.
De pronto pasó algo para lo que nadie de 8 años puede estar preparado. El gato falló, dejando caer el auto sobre el padre de J.T. No había manera en que pudiera escapar, especialmente porque el vehículo estaba aplastándole los pulmones en el proceso.
Stephen no veía a J.T. porque estaba del otro lado del vehículo. “No sabía si debía gritarle, porque no quería que se sintiera presionado si no podía volver a elevar el auto. No quería que pensara que era su culpa si yo moría,” dijo Stephen.
Entonces de pronto Stephen decidió llamar a su hijo, pero para el momento en que lo hizo ya no se sentía ansioso; se sentía abrumado por la paz mientras comenzaba a creer que había llegado “su hora”.
J.T. comenzó a saltar sobre el gato en un intento por levantar el auto ¡y para su sorpresa, funcionó, a pesar de que sólo pesaba 50 libras! (es interesante mencionar que se necesitó a Stephen y a Mason de 17 años para levantar el auto antes de comenzar a trabajar en él).
Tanto Stephen como J.T. creen que los ángeles tuvieron que ver con la repentina fuerza, valentía y serenidad del chico durante la emergencia. De hecho, cuando intentaron volver a elevar con el gato el mismo vehículo más tarde, J.T. no pudo hacerlo.
“Me hizo darme cuenta de que no estamos solos. Hay un poder superior cuidándonos y vigilándonos”, dice Stephen.
¡Chicos, esta historia me da escalofríos!
Para saber más sobre este chico de ocho años que salvó a su padre, mira el video al final de esta nota.
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