Paquita fue encontrada vagando por las calles en Argentina antes de ser rescatada y llevada a un refugio a pocas horas en auto en la zona sur de Buenos Aires. Se quedó allí por dos largos años, con una depresión y aislamiento crecientes, y sus posibilidades de ser adoptada disminuyendo con el paso de los días.
Los voluntarios del refugio quieren encontrar una manera de despertar el interés en su adopción, así que publican una foto de ella para atraer la atención de potenciales adoptantes. Fue esa foto que la conectó con su dueño anterior en un fortuito momento cuando la madre del dueño respondió, ¡declarando que su hijo había estado buscando a Paquita!
Poco después del descubrimiento, el verdadero dueño, Ariel Naveira, fue hasta el refugio para reunirse con Paquita. En el video, ante su llegada, la perra está vacilante. La pobre perra no siente inmediatamente el vínculo con él. Ladra y mira a su alrededor, vacilando. Incluso mirarlo no le trae ningún recuerdo… aún.
A regañadientes, Paquita da unas vueltas, gimoteando, olisqueando e intentando clarificar el estado actual de las cosas, hasta que de pronto reconoce su olor. Se agacha, sacudiendo su cola furiosamente, y su lenguaje corporal cambia de distante a totalmente accesible. Frota su hocico y le muestra su devoción y amor y alivio saltando y mostrando extrovertidamente su afecto con besos y lambetazos.
Esta tan anticipada reunión tiene un final muy feliz. Haz clic abajo para ver lo emocionados que están, tanto el hombre como la perra, por haberse encontrado el uno al otro finalmente.