La milenaria batalla entre gatos y perros ha durado tanto como cualquiera pueda recordar, perpetuando la idea de que no se llevan bien. Aunque podría ser verdad, algunas veces no podría estar más lejos de la verdad, ¡especialmente si viven en la misma casa y uno de los dos es bebé!
Este es Tenny, el Ovejero Alemán, que tiene un gatito como amigo, y ambos son adorables, al verlos subir juntos las escaleras. Excepto por una cosa: el minino es demasiado pequeño para lograrlo.
El video comienza con Tenny intentando subir al gatito por las escaleras. Mamá lo llama por su nombre, como manera de instarlo a darle al minino espacio para lograr hacerlo por sí mismo. El gatito comienza y le va bastante bien, hasta que Tenny decide abalanzarse y probar otra vez. “¡No, deja que lo haga por sí mismo!”, dice mamá.
O Tenny está impaciente o no puede soportar ver a su diminuto compañero peludo hacer todo ese esfuerzo. En cualquier caso, Tenny no escucha a mamá. Intenta coger la cabeza del minino y levantarlo. El pobre gatito no sabe lo que sucede, así que esquiva, intentando evitar al perro. Eventualmente Tenny logra un buen ángulo y toma la cabeza del gatito en su boca.
¡El minino se da por vencido completamente y no ofrece pelea! Obviamente confía de verdad en Tenny, y sabe que está en buenas manos (¿o buen hocico?). Tenny sube cuidadosamente las escaleras con el gatito pendiendo de su boca, y los dos pasan el rato en su nuevo sitio, mirando desde arriba el piso inferior. Es maravilloso que dos animales compartan un vínculo profundo; hacen añicos cualquier estereotipo negativo de gatos-perros que uno pudiera tener. ¡Qué equipo!
Mira el enlace de abajo para ver esta sobredosis de adorabilidad entre este amable perro y el adorable gatito.