Las apariencias pueden ser engañosas. ¡No siempre lo que ves es lo que tienes! Y para este pobre perro llamado Hurley, no logra siquiera una reacción. Para él, está viendo a un humano. Un humano perfectamente bueno que debería querer jugar con él, quiero decir, ¿no es Hurley adorable, después de todo? Es un hermoso día en el parque; hay montones de espacio para correr y tomar aire fresco. ¿Qué le pasa a esta persona? ¿Por qué está tan envarado? ¿y… anclado?
El border collie de 8 años está en un estado de completa confusión. Sólo puedo imaginarme lo que pasa por su cabeza: este humano es un aguafiestas. Tieso como un palo. Literalmente.
Su dueño, Adam Shore, está fuera en la Playa Crosby de Liverpool jugando a buscar la pelota. Hurley y Adam lo están pasando en grande cuando el perro ve una figura humana no demasiado lejos y suelta su juguete frente a ella, animándolo a jugar. Pero se trata de una figura de hierro del escultor Anthony Gormley, una de las muchas figuras que forman parte de una instalación llamada “Otro Lugar”.
Adam puede ver que Hurley intenta hacerse un nuevo amigo. Hurley se empecina en lograr que este tipo juegue con él, y se hinca y espera ansiosamente alguna señal luego de soltar la pelota. Su cola se menea expectante, pero el tipo no se mueve. Entonces, Hurley intenta otra vez, tomando el juguete y dejándolo caer, hincándose y esperando. El sentido de la oportunidad de Adam es perfecto, capturando el adorable fracaso de su perro. ¡Pobre chucho! Este encuentro es muy divertido.
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