El nombre de mi osito teddy era Buddy, y el me ayudó durante muchas noches de miedo en la oscuridad durante mi niñez. El siempre estaba allí para mí, y teníamos grandes conversaciones sobre la vida. Éramos los mejores amigos, y prácticamente sufría de ansiedad por la separación siempre que tuve que aventurarme fuera de mi dormitorio sin él.
Es probable que tú también hayas tenido un mejor amigo con forma de juguete. Un estudio sugiere que entre el 60 y el 70% de los niños en EE.UU. y en Inglaterra tienen un lazo emocional con un objeto (normalmente un juguete o una manta). Estos objetos nos dan una sensación de seguridad emocional y sólo es cuestión de tiempo antes de que comencemos a antropomorfizarlas (es decir, darles atributos humanos). No debe sorprendernos que sea el sueño de casi cada niño el que su juguete favorito tenga vida.
Y algo así pasó para una pequeña niña llamada Daisy. El deseo Navideño de Daisy era que su perro de peluche, Luna, fuera un cachorro de verdad. Entonces sus padres hicieron lo mejor que pudieron para que sucediera, ¡adoptando en secreto un cachorro de verdad que se parecía a Luna!
Cuando la gran sorpresa fue revelada finalmente, Daisy estaba abrumada por la emoción y no podía dejar de llorar lágrimas de pura alegría. Entre sus sollozos puedes escuchar a su mamá decir “¿Sabes durante cuánto tiempo hemos planeado esto para ti? Muchas, muchas, muchas semanas. ¡Ha sido el secreto mas grande del mundo!”. Y parece que surtió efecto.
Mira el conmovedor video de abajo, pero tengo que advertirte que las lágrimas de alegría de Daisy son bastante infecciosas. Cuéntanos qué te parece ¡y no olvides compartir esta historia con tu familia y amigos!