Todos hemos escuchado esto antes, pero eso es porque es verdad: La vida puede cambiar en un instante. La mayoría de los días no pasa demasiado. Uno recorre sus rutinas, desayuno, almuerzo, y cena, y luego están esos días en los que, a una hora, o en un instante, algo sucede que cambia drásticamente el curso de tu vida, o cómo ves o comprendes todo lo que creías saber. Para Samantha Orr, de 21, su mundo entero estalló a su alrededor cuando estuvo involucrada en un espantoso accidente de auto con su mamá, Jennifer, y su perro de un año, Bentley.
Estaban yendo a campo traviesa por la pintoresca zona montañosa del estado de Colorado, EE.UU., cerca de Pueblo. Era un día normal, dijo Samantha, “sólo conducíamos y conversábamos, y lo siguiente que supimos fue que nos caíamos por un risco”. Ella perdió el control del Jeep y se desplomaron de cabeza, 600 pies abajo por un desfiladero. Jennifer murió, y Samantha sufrió lesiones graves y tuvo que ser transportada por aire al hospital más cercano; Bentley fue arrojado del auto en el impacto, y no había sido encontrado.
Mientras Samantha se recuperaba de sus lesiones en el hospital, organizó una partida de búsqueda para su querido cachorro, el único miembro que le quedaba de su familia cercana. Estaba decidida a encontrarlo, y una vez que le dieron el alta, siguió su búsqueda distribuyendo carteles y creando un grupo de Facebook, ‘Bring Bentley Home’ (‘Traigamos a Bentley a casa’).
Aunque no tenía idea de si Bentley había sobrevivido al choque, estaba resuelta a localizarlo. Fue dos semanas más tarde que el cachorro perdido fue divisado no demasiado lejos del lugar del accidente.
“Este chico [Bentley] había sido lo que sólo puede compararse a una cabra de las Rocallosas durante los últimos 19 días”, dijo Samantha. “Luego del accidente fatal en el que perdí a mi mamá, Bentley había sido visto corriendo colina abajo desde el accidente. Durante los últimos tres días, ha sido divisado bien arriba del sitio del accidente, yaciendo en medio de las rocas en la cresta de la montaña. Mirando hacia los restos del Jeep, esperando pacientemente a que regresara su familia”.
Con la ayuda de desconocidos, Samantha pudo localizar a su perro y hacer la difícil caminata de una hora para llegar a él. En este primer video, Bentley está un poco alejado, y ella intenta hacer que se acerque a ella. Él está aturdido y confuso, y parece reacio a acercarse, pero con mucha paciencia y palabras suaves, Samantha pudo lograr que confiase en ella.