Mi madre tenía una historia favorita para contar de cuando ella era niña. Siempre amé a los animales, especialmente a los perros, y cuando niña los perros de la familia eran mis compañeros favoritos. Mi amor por los perros continuó hasta mi adultez, y no puedo imaginar mi vida sin un perro en ella. Cuando era muy joven teníamos un chucho desprolijo llamado Fred. Él era un divertido pequeño personaje que había sido rescatado de detrás de una estación de servicio.
Yo lo quería muchísimo; de hecho mis primeros recuerdos reales son de ese perro. Cuando fui lo suficientemente grande como para asistir a la escuela, el me acompañaba a la parada del autobús cada mañana y me estaba esperando cuando bajaba del autobús cada día. Pero antes de eso, hubo un día en que decidí salir a pasear por allí.
Teníamos un bosque cerca de nuestra casa y fui a caminar, llevando a Fred conmigo. Mi mamá advirtió rápidamente que yo no estaba y entró en pánico. Me buscaron y me buscaron, pero yo finalmente regresé por mi cuenta. Cuando mi madre me regañó por haberme ido sola, sencillamente le dije que no estaba sola, Fred estaba conmigo.
Una pequeña niña de Arizona tuvo una experiencia similar pero mucho más peligrosa. Ella salió a buscar a uno de los perros de la familia, que ella creía se había perdido, aunque siempre había estado en casa. El otro perro de la familia, Blue, un Queensland Heeler, la acompañó. La temperatura bajó peligrosamente durante la noche, y todos temieron lo peor.
Las autoridades la buscaron durante 15 horas y apenas había amanecido cuando finalmente divisaron a la pequeña niña durmiendo en el lecho de un arroyo seco, con Blue enroscado a su lado para mantenerla caliente. Gracias a Blue, Victoria Bensch sobrevivió a la larga noche.
¡Mira la historia de Victoria y su perro héroe, Blue, en el video de abajo!