Los perros calientes o salchicas son, sin lugar a dudas, uno de los alimentos más populares por todo el mundo. De hecho en los Estados Unidos, hay varias ciudades importantes que son famosas por su estilo de perros calientes, y sería un sacrilegio comerlos de forma “equivocada”. Por ejemplo, si estás en Chicago, los perros calientes vienen con un montón de condimentos distintos, pero NUNCA con ketchup… comer una salchica con ketchup en Chicago se ve muy mal. De hecho, los estadounidenses son muy serios cuando se trata de los perros calientes y eso no debería ser una sorpresa, ya que consumen alrededor de 7 mil millones de perritos calientes durante los meses del verano. Pero, lamentablemente, aunque sean tan deliciosos, no son muy buenos para la salud.
Los perritos calientes generalmente estan hechos con carne de cerdo, carne de res y pollo. Pero no todas las salchicas son iguales, muchas de ellas están hechas con diversos rellenos, aditivos y conservantes.
Muchos de los perros calientes más baratos utilizan una gran cantidad de restos de animales que no son los mejores cortes, esto incluye la grasa, las piernas y las garras. ¿Qué más contienen? Contienen aditivos como sal, glutamato monosódico, jarabe de maíz, e incluso a veces carmín… ¿y qué es el carmín? Son cuerpos de insectos en polvo que se hierven en amoníaco o una solución de carbonato de sodio. ¡Uff que asco! Estos aditivos generalmente no aparecen en las etiquetas para que no sepas lo que hay en los perros calientes que compras. Como si no fuera suficiente, las salchichas contienen una gran cantidad de nitritos cancerígenos. Los investigadores de la Universidad de Hawai han descubierto que la carne de perro caliente, así como otras carnes procesadas, ¡pueden aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas hasta en un 67%! ¡Da miedo!
Mira el vídeo a continuación para ver cómo se hacen los perros calientes y cuentanos lo que piensas.