¿Alguna vez te encontraste en una situación especial y sin la menor idea de qué hacer a continuación? Quizás cuando el suéter de fútbol de tu hijo encogió en la secadora justo antes del gran partido, o cuando perdiste completamente el hilo durante una presentación. En esas situaciones, haces lo mejor que puedes para mantener la calma e improvisas. Sin embargo, todo lo que puedes hacer en tu interior es sentir pánico.
Shannon Bird, madre de cinco, hizo exactamente eso cuando estaba amamantando a su hija de seis semanas de edad, London, el 28 de enero de 2020 a las 2 a.m., sólo para descubrir que ya no le quedaba leche.
“Nunca había tenido complicaciones con el amamantamiento antes. Entré en pánico completo”, admitió Bird.
La madre tenía dos onzas de leche materna congelada disponibles. Sin embargo, como estaba alimentando a la beba cada dos o tres horas, la cantidad de leche no sería suficiente.
Primero, Bird llamó a su esposo, quien estaba fuera de la ciudad en ese momento. Sin respuesta. También intentó llamar a otros familiares, incluso a vecinos. Nadie contestaba.
Normalmente Bird hubiera subido a sus cinco hijos al auto y conducido hasta la tienda más cercana para comprar algo de leche maternizada. Sin embargo, había algunos problemas: Fuera nevaba, cuatro de los hijos de Bird dormían, y uno de ellos tenía un yeso. Por ello sería muy difícil lograr cargar a todos en el auto y llevarlos a salvo a la tienda y regresar. Por no mencionar que la exhausta y abrumada madre no estaba en condiciones de conducir.
Entonces Bird llamó al 911 para pedir ayuda. Su plan inicial era hacer que los oficiales cuidaran a sus hijos mientras ella iba a la tienda.
“Nunca había estado en esta situación antes. Literalmente me quedé sin leche. Este es mi quinto hijo, y esto nunca había sucedido”, le dijo ella al operador del 911.
Los oficiales de policía Konner Gabbitas y Brett Wagstaff respondieron a la insólita llamada. Al ver “necesita leche” en las notas del operador, el dúo compró un galón de leche en una tienda por error. No fue hasta que llegaron a la casa de Bird que se dieron cuenta de que era leche maternizada lo que ella necesitaba.
“Le dejamos esto”, dijo Wagstaff a la madre. “Volveremos en seguida con leche maternizada para su bebé. Es adorable”.
Wagstaff, padre de tres, comprendió completamente la situación. Terminó comprando una marca de leche maternizada que le era familiar.
“Esto es lo que le daba a mi hija cuando era recién nacida, espero que no le afecte el estómago”, dijo.
Los oficiales se rehusaron a que Bird pagase por la leche, la normal y la maternizada.
Bird quedó conmovida por su generosidad.
“Ellos fueron mucho más allá y me ayudaron cuando más lo necesitaba”, dijo la madre.
El oficial Wagstaff cree que fue todo parte de su trabajo como oficial de policía. Ayudar a los demás es lo que disfruta hacer, así que responder a la llamada de Bird no fue una molestia.
“Es solo parte del trabajo”, dijo Wagstaff en una entrevista con la CNN. “No creo que haya ningún oficial en el mundo que hubiera actuado de forma diferente. Todos tenemos este empleo por diferentes razones, pero todos los oficiales que conozco solo quieren ayudar a la gente”.
¡Wagstaff y Gabbitas son oficiales de policía fenomenales por manejar la situación de Bird de la manera en que lo hicieron!
Haz clic en reproducir abajo para saber más de lo que Bird tiene para decir sobre su gratitud por la hazaña de los oficiales.