Cuando suena mi canción favorita, insisto en que todo y todos a mi alrededor “¡shhhh!”. La perilla del volumen debe subirse, la ventanilla bajarse, y cantaré a todo pulmón, especialmente si es una canción que no he escuchado durante un tiempo. Hay algo mágico e inspirador en las voces entrelazadas en una melodía con una letra sólida y evocadora que toca el corazón y te trae viejos recuerdos o crea otros nuevos.
Y es irrelevante la edad que tengas. Joven, anciano, y cualquier edad intermedia, la música es tan maravillosamente invasiva que puede conmoverte no importa lo enfocado que creas ser. Esta pequeña es el ejemplo perfecto de ello; auténticamente se deja llevar por la canción. Imagino que probablemente yo me parezco a ella cuando creo que no hay nadie alrededor.
Mamá captó el momento en que su hija se pierde en el asiento trasero, y es impresionantemente adorable. La pequeña tiene 2 años, y ella siente todo tipo de sentimientos al escuchar y cantar esta canción de rock cristiano. El video comienza con ella con los ojos cerrados, en un momento en que está muy lejos del planeta Tierra, cuando la sublime canción irrumpe y ella queda totalmente inmersa, con su corazón abierto y sus manos en alto.
Esto es un muy tierno y precioso momento. Es un testimonio del poder de la música y cómo puede resonar a nivel del alma —¡cualquiera sea la música que te guste! Puede hacerte detener, y escribir perfectamente la banda sonora de tu vida.
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