Las bodas son eventos increíblemente especiales para todos los involucrados. Hay mucho estrés en la planificación de un día “perfecto”. Todo, desde el salón hasta la comida, flores y el siempre importante vestido lleva tiempo y dinero hacerlo bien.
Incluso cuando todo está perfectamente planeado, es probable que ese día algo salga mal. Eso no significa que la boda se arruine, pero cómo los novios manejen la situación hará toda la diferencia. Piénsalo así: No importe cuanto intentes hacer las cosas perfectas, siempre habrá cosas que salgan mal. Habrá altos y bajos, y montañas que escalar. Es parte de la magia de tener un compañero para toda la vida. Son la persona que te apoyará en todas esas subidas y bajadas, y comienza el día de la boda.
Para lograr esa perfección, pienso que muchas personas se toman el día de su boda demasiado en serio. Sí, será un día que recordarás para siempre, pero puede ser reconocido como un día perfecto con algunos problemas, o puede ser recordado como uno de los días más divertidos y emocionantes de tu vida, por no mencionar uno que querrás compartir con toda tu familia y amigos.
Una vez que la ceremonia de la boda ha terminado, es cuando la verdadera diversión comienza. En esta boda, la niña de las flores está decidida a divertirse de verdad, y en el proceso ha hecho que el día sea memorable para todos. Cuando suena la música, sale a la pista con toneladas de entusiasmo. Cuando un compañero de baile adulto intenta seguirle el ritmo, ella le muestra que tiene más para ofrecer. Cuando termina la canción, parece que va a tomar un respiro, pero entonces suena otra de sus canciones favoritas.
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