La seguridad comunitaria es la clave para un vecindario exitoso. Es importante cuidar unos de otros, y garantizar que, si ves algo sospechoso sucediendo en tu calle o en las cercanías, o en cualquier parte, ya que estamos, que informes sobre el incidente a la policía, o si no corres peligro, tomar el asunto en tus manos y prestar un poco de ayuda.
Una desconocida hizo esto último y controló totalmente una situación de secuestro cuando vio algo extraño al otro lado de la calle. El incidente involucraba a una mujer y a Amy Martinez, de 12 años.
Los informes dicen que Amy iba de camino a la escuela cuando una mujer desconocida corrí atravesando la calle, agarró a la pequeña niña y comenzó a llevarla en otra dirección. Amy recuerda que en ese momento pensó que no volvería a ver a su mamá o a nadie más de su familia otra vez. El incidente tuvo lugar en Santa Ana, California.
Como informó luego ABC7, la desconocida que llegó al rescate de Amy vio que la niña estaba luchando por escapar de la mujer que se aproximó a ella. Fue entonces que detuvo su auto y bajó su ventanilla. Esta mujer no desea ser identificada, pero dio una breve entrevista a la prensa. La buena samaritana dijo “[Yo le gritaba] ‘¡Déjala ir!’ Y en cuanto mi voz cambió ella la soltó y Amy se subió a mi auto”. Esta señora luego llevó a Amy a su escuela, donde la niña de 12 años se reunió con su tía.
La tía de Amy dijo que hay muchos autos pasando, pero ninguno se detuvo hasta que esta mujer se dio cuenta de que algo no estaba bien. La familia calificó a esta mujer como “un ángel”, pero ella dijo que fue su instinto maternal el que surgió justo a tiempo. “Cuando eres padre, y ves al hijo de alguien más en peligro, automáticamente reaccionas como si fuera tuyo”.
En cuanto a la responsable de este secuestro, fue atrapada e inmediatamente arrestada. Los cargos preliminares contra esta mujer fueron de intento de secuestro. El motivo detrás del crimen aún se desconoce.
Esta historia sirve como recordatorio crucial a las familias para que garanticen la seguridad de sus hijos, y de todos en su vecindario. Un sistema de compañeros sería una forma genial de asegurarse de que los niños tienen a alguien con quien caminar desde y hacia la escuela; encontrar a alguien de la zona que vaya a la misma escuela y ver su tu hijo puede ir en su compañía en ese trayecto.
Estamos muy contentos de que esta historia tuviese un final feliz.
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