Cuando falleció Betty Caldwell, su marido Bud le compró y le dedicó un banco en el parque. Para seguir demostrándole su amor, todos los dias le traía una margarita y un centavo. La idea se le ocurrió al escuchar las canciones “Día de la margarita” y “Centavos caídos del cielo”, dos canciones que la pareja amaba durante sus 56 años juntos. [googlead] Un día, en pleno invierno, después de una caída fuerte de nieve las condiciones de nieve y hielo hicieron que sea muy difícil para que Bud pudiera ir a visitar a su esposa al banco del parque. Pero pasó algo hermoso…
Este acto de bondad de los dos extraños dejó a Bud en lágrimas. “Traté de no decepcionarla y esta es una manera en la que puedo mostrarle mi amor”