¿Sabías que aproximadamente solo 1 en 1.000 o 10.000 tortugas marinas sobrevivirán lo suficiente como para llegar a adultas? Lamentablemente esa es la realidad. Las tortugas marinas no solo están amenazadas por obstáculos naturales, sino también por los pescadores, que las capturan accidentalmente. Hoy, las tortugas marinas están consideradas en peligro de extinción en los EE.UU., con la excepción de la Tortuga Boba, que está clasificada vulnerable.
Goody, la tortuga marina Olive Ridley, es una víctima que estuvo amenazada un día por un pescador de la zona cuando quedó atrapada en un equipo de pesca. Durante el aterrador incidente, terminó liberándose y se convirtió en parte del 10% de tortugas marinas que sobreviven luego de quedar atrapadas en una red, pero perdió una de sus aletas en el proceso.
Por suerte para Goody, la Universidad Chulalongkorn de Bangkok accedió a fabricar una aleta proteica especialmente hecha para ella.
Poco después de tener colocado el miembro artificial, Goody tenía dificultades para adaptarse como se esperaba. Era como aprender a caminar por primera vez. Sin embargo, el equipo tenía confianza en que la tortuga finalmente se adaptase a utilizar su nuevo miembro y pudiera nadar independientemente con mucha mayor facilidad de la que tenía con solo tres aletas.
Hoy, a la tortuga le va fantástico. Está aprendiendo a nadar otra vez, y ya no parece afligida como luego de su traumática experiencia con el pescador local. ¡Es como si estuviese como nueva!
Nantarika Chansue, una de las veterinarias del equipo, dijo: “Nada mucho mejor, y está aprendiendo a usar las dos aletas para girar. Se nota la diferencia. Estamos intentando desarrollar una de las mejores aletas proteicas para tortugas jamás creadas”.
Quizás a Goody le vaya bien, pero el equipo de veterinarios está de acuerdo en que probablemente la tortuga jamás pueda regresar al mar dado su estado físico. No obstante, consideran importante seguir ayudando a otras tortugas lastimadas como Goody proveyendo dispositivos proteicos a medida para la lesión de la tortuga, con su tamaño y su peso, y su forma de nadar. Aparte de Goody, el programa ha ayudado a otras 10 tortugas marinas hasta el momento.
“Es como cuando tienes un bebé, una es una madre orgullosa”, admitió Chansue.
Mira a Goody nadando con su nueva aleta abajo. ¡Es impresionante que dispositivos como este puedan alterar la vida de un animal completamente para mejor, y darle una nueva oportunidad en la vida!