Mallory Harrigan, Cliff Russel y Alan Russell son pescadores de cangrejos que operan su barco fuera de las costas de Labrador, Canadá. Recientemente tuvieron la oportunidad de tener un encuentro personal con un zorro polar, pero solo porque necesitaba desesperadamente ser rescatado. Harrigan dijo a “People” que ese día en particular había tenido un comienzo lento debido a la cantidad de hielo en el agua.
Luego de dirigirse a la zona de pesca y poner sus aparejos en el agua, se dirigieron hacia Pinsent’s Arm, un pequeño pueblo costero de Newfoundland y Labrador, para conseguir más combustible para su barco, el Cisne del Norte. Mientras se dirigían a la costa, a unas dos millas y media mar adentro advirtieron algo sobre uno de los muchos témpanos flotando en el agua. Al acercarse se dieron cuenta de que era un animal: un zorro polar, para ser exactos.
No hay forma de saber exactamente por qué o cómo el zorro se quedó atrapado en el témpano, pero probablemente haya estado cazando. De lo que Mallory estaba segura era que no había forma en que el zorro pudiese nadar de regreso a tierra, y que no podría sobrevivir mucho tiempo donde estaba varado. Estaba claro que el animal necesitaba ayuda desesperadamente, pero la tripulación era algo reacia a subir un animal salvaje al barco.
“Es un animal salvaje, y no sabíamos cómo reaccionaría”, explica Harrigan, “pero sabíamos que era su única oportunidad de sobrevivir”.
Así que decidieron ayudar al zorro, pero no sería fácil. A pesar de haber estado varado durante quién sabe cuánto tiempo, el zorro aún podía luchar bien. Estaba decidido a no dejar que los humanos se acercasen. Cada vez que lo hacían, huía fuera de su alcance, decidido a escapar. Finalmente rompieron un pedazo de hielo, arrojando al zorro al agua. Luego quedar agotado por nadar, pudieron levantarlo con una red y subirlo al barco.
“Reptó hasta un rincón y se hizo una bola. Intentamos alimentarlo con galletas y papas fritas, lo que teníamos a mano, pero durante un largo tiempo no comió”, dijo Harrigan.
Una vez que llegaron a la costa, pudieron hacer una cama tibia para el zorro, donde pudo descansar. Eventualmente despertó y comió algunas salchichas de Viena. Luego de comer, beber y descansar, el pequeño zorro se sentía mejor, y lo liberaron en una pequeña isla cerca de Pinsent’s Arm.
¡Mira el video abajo para ver al zorro liberado en su nuevo hogar!